El Instituto de Arte Contemporáneo (IAC) de Canarias también se ha posicionado en contra del Museo Rodin que pretenda instalar el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, liderado por José Manuel Bermúdez (Coalición Canaria), con una inversión de 16 millones de euros. La delegación territorial en las Islas de la asociación independiente de profesionales dedicados al arte considera que el proyecto “no responde a la realidad cultural de las Islas, marcada por la precariedad, en muchos casos, extrema, que ha sido azotada por la pandemia y las diferentes crisis económicas y que en meses venideros estará totalmente ahogada por la continua recesión”.
En un comunicado, el IAC en las Islas se ha unido a otros cientos de profesionales e instituciones del arte que han expresado su rechazo a la inversión. “Desde la perspectiva de salvaguarda y vigilancia que desarrollamos en IAC Canarias, entendemos que esta inversión es desproporcionada y que no ha contado con los agentes vinculados al sector cultural y aún menos con la ciudadanía en el proceso de construcción del proyecto”, ha dicho la organización.
La iniciativa del ayuntamiento santacrucero compromete adquirir 68 ejemplares de ediciones limitadas en bronce, la gran mayoría de pequeño o mediano formato y producidos por el Museo Rodin en fechas muy recientes o aún no elaborados. Además, se adquirirán un conjunto de piezas realizadas post mortem por la entidad que gestiona el legado del escultor. En este sentido, el IAC entiende que “[esas ediciones] no tienen ni el mismo valor económico ni la misma relevancia artística que las obras únicas; y, por lo tanto, carecen del especulado atractivo de exclusividad que desde el consistorio se recalca”.
El Instituto de Arte Contemporáneo de Canarias critica que la corporación de Santa Cruz de Tenerife esgrima como argumento a favor el referente de las ciudades de Bilbao y Málaga por los llamados “efecto Guggenheim” y “efecto Picasso” dirigidos a potenciar el turismo en la ciudad, así como que Santa Cruz es una “ciudad de la escultura” por la Primera Exposición Internacional de Escultura en la Calle de 1973, impulsada por el Colegio Oficial de Arquitectos.
“Estas motivaciones no son ajustables al proyecto Rodin, están lejos de las necesidades reales de nuestro sector, y desde luego no atienden a las reclamaciones que desde hace tiempo los agentes culturales de la isla han trasladado a las autoridades locales para mejorar su situación profesional”, continúa el IAC.
Por otra parte, la inversión en el proyecto de rehabilitación arquitectónico que acompaña a este futuro Museo Rodin aparece como “completamente caprichosa”, arguye el organismo, “desmedida y falta de transparencia en su concurrencia, ya que se trata de un proyecto en curso que asume un nuevo uso con las especificidades que le son propias al uso museístico, sin contar con un plan museológico conocido”. “Esta intervención de proyecto urbano de gran envergadura a albergar un nuevo contenedor de arte de destino con justificación más que dudosa”, remacha.
El Instituto de Arte Contemporáneo de Canarias ha pedido al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife que desestime el proyecto, como también ha hecho la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna (ULL). “Las soluciones al sector y su aportación a la economía del lugar no deben estar sujetos a proyectos burbuja, financiados con tributos o capital público de un elevado riesgo económico”. La corporación santacrucera, de hecho, estima su inversión en el Museo Rodin en un informe económico que prevé más visitas e ingresos que el original de París.