Nada más empezar el pleno de este jueves del Ayuntamiento de La Laguna, el alcalde, Fernando Clavijo, dio lectura a un acuerdo de la Junta de Portavoces con el que se busca asegurar el orden y la corrección en las intervenciones de los asistentes a las sesiones plenarias.
Esta decisión sigue a la polémica generada por el desalojo a la fuerza del 30 de julio de una vecina de la Punta del Hidalgo, Alicia Monserrat Méndez, después de una dura alocución, especialmente hacia el portavoz socialista, Javier Abreu.
Según reza el texto aprobado, los plenos habrán de celebrarse sin interrupciones, “de tal forma que no se produzcan situaciones de confusión o descontrol”.
“No se permitirán palabras o expresiones amenazantes, malsonantes, soeces o groseras que descalifiquen a los concejales, funcionarios, a las personas, o a la propia Corporación local e instituciones públicas”, establece el segundo punto del escrito.
Además, la Junta de Portavoces determinó que, en caso de que se origine una situación de esta naturaleza, el alcalde suspenderá de inmediato la sesión, ordenará la expulsión del autor y, “sin más demora”, se reanudará el pleno.