Espacio de opinión de Tenerife Ahora
Frente al atasco permanente, la movilidad sostenible
Tenerife lleva más de dos décadas largas sufriendo atascos gigantescos en sus carreteras y autopistas. El origen de gran parte de estos males es un urbanismo difuso y descontrolado que surgió en los años 60 en la primera ola turística y que continuó ya con la llegada de la democracia en los 70. Añadido a una pésima gestión, planificación pública y un absoluto servilismo a los intereses de la patronal de la construcción y del automóvil por parte de la clase política de ATI-Coalición Canaria en estos últimos 32 años de gobiernos conservadores, tanto en Tenerife como en sus dos ciudades más grandes, La Laguna y Santa Cruz.
En estas décadas los partidos de CC, PP y PSOE no han apostado por carriles guagua-VAO ni por dar preferencia al transporte público, sino por seguir con el modelo desarrollista que ha convertido al coche en el tirano absoluto de nuestras islas.
Además, en los últimos años la propuesta de carril guagua-VAO por parte del Cabildo y del Gobierno autónomo consiste en un carril o dos más que se convierten en carriles normales fuera de las horas punta. Frente a esto necesitamos un verdadero carril bus-VAO en la mediana central, reversible, segregado y permanente (el modelo de éxito de la AP-6 de Madrid por más de 25 años).
En los últimos años hemos visto cómo la apuesta por parte de CC por el tren, que es un disparate económico y una aberración ecológica, se ha llevado más de 80 millones de euros en estudios de diseño ambiental y preparación del proyecto. Ese dinero se podría haber destinado, entre otras muchas cosas, a invertir en TITSA y mejorar el transporte público.
Además, hemos vivido una pérdida de tiempo crucial en las últimas tres legislaturas (2007-2019), cuando ya había informes técnicos del Cabildo desde el año 2005 indicando que la solución era claramente el carril bus-VAO, que no se ha empezado a tener en cuenta hasta este último mandato, en el que se ha empezado a ir en la dirección correcta pero muy a cuenta gotas y con poca convicción.
Desde la Mesa de la Movilidad Sostenible de Tenerife, en los últimos tres años hemos trabajado intensamente para unir a todos los sectores, asociaciones y visiones sociales en la búsqueda de alternativas a este modelo caduco, que nos ha llevado a esta situación de atasco permanente que sufrimos en la isla.
Fruto de ese trabajo, llegamos a la conclusión de que necesitamos cambiar urgentemente la cultura de la movilidad en Tenerife y esto ha de hacerse contando con todos los agentes sociales y políticos, a través de un debate entre técnicos, políticos y colectivos sociales. La saturación de la ciudad-isla de Tenerife nos tiene que llevar a un replanteamiento de todas las estrategias desarrollistas seguidas hasta ahora.
En toda Europa se están desarrollando nuevos modelos de movilidad sostenible que inciden en nuevas formas de vivir, donde las bicicletas, patines eléctricos y, sobre todo, el transporte público, se convierten en los ejes de la movilidad de la ciudadanía de esos países.
Tenerife necesita un cambio radical para abordar el atasco permanente de una isla con más de 800.000 vehículos para un millón de habitantes; si Canarias fuera un país, seriamos el sexto del mundo en número de coches per cápita.
Tenemos que declarar a Tenerife como “Isla en Estado de Emergencia respecto a la Movilidad”. En coherencia con esta situación, se debe constituir un Gabinete Permanente de Crisis, integrado por todas las entidades concernidas.
Trabajaremos para dar máxima prioridad, entre todas las obras públicas viarias de Tenerife, al carril Bus-VAO de la autopista del norte TF-5 y de la TF-1 entre el aeropuerto del sur y Adeje. Estableciendo con urgencia un consenso político y técnico respecto a sus características de diseño, prestando especial atención a los requerimientos y demandas de la principal empresa pública de transporte, TITSA. Establecer una política de fases para la implementación de los carriles guagua-VAO en la isla que conste de tres fases.
También queremos mejorar, ampliar y completar la política tarifaria para guagua y tranvía. Promover la movilidad peatonal, como medio básico y natural de locomoción del ser humano. Seguir favoreciendo la peatonalización y la pacificación del tráfico, dando preferencia a la circulación de viandantes frente a los vehículos, limitando la circulación en todos los núcleos urbanos de la isla a 30 kilómetros por hora.
Siguiendo el modelo de Sevilla, queremos crear una red de carriles bici por todo el territorio insular, que permita a las ciclistas (ya sean habitantes de la isla o turistas) circular con comodidad y seguridad por toda la isla. Esta red partirá de una infraestructura mínima en las principales áreas urbanas de Tenerife, con el objetivo de que en 10 años abarque todos los municipios de la isla y las carreteras que los conectan.
Establecer y coordinar un Programa Insular de Movilidad Ciclista entre el Cabildo y los ayuntamientos, dotando a las zonas urbanas de carriles-bici en todos los lugares donde sea posible; o, en su defecto, de iniciativas de calmado del tráfico que favorezcan la convivencia ciudadana de peatones, ciclistas y automovilistas.
Es imprescindible trabajar para garantizar desde ya la intermodalidad entre bicicleta y sistemas de transporte público, facilitando en todos los casos posibles el desplazamiento de bicicletas en guaguas, tranvía y barcos hacia otras islas (con accesos seguros a los puertos de la isla), así como los puntos seguros de aparcamiento de bicicletas en las estaciones e intercambiadores.
Un punto esencial de nuestra propuesta es que una verdadera movilidad sostenible es aquella que incorpora una perspectiva feminista y la accesibilidad de todas las personas en la sociedad. El transporte público y la bicicleta son dos ámbitos en donde las mujeres han sido protagonistas históricas, por lo que debemos recoger la urgente necesidad de que las redes de paradas de guagua de Tenerife sean más seguras para las usuarias de la red de transporte, cuyo porcentaje de uso del transporte público es mayoritario.
Hay que diseñar paradas con marquesinas, con sistema de emergencia conectados al 1-1-2, al 1-1-6 y paneles solares que garanticen que cualquier mujer pueda usar con tranquilidad y seguridad nuestra red de trasporte público. De la misma manera, se ha de garantizar la accesibilidad al transporte de toda la sociedad, garantizando también el acceso a toda nuestra red de transporte a las personas con diversidad funcional.
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