Inclinar la balanza

La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) vuelve a situar a Canarias entre las comunidades autónomas con peor sanidad. Muchos han sido los tirones de orejas que le ha dado la FADSP y la Asociación en Defensa de la Sanidad en Canarias (ADSPC) al consejero de Sanidad, José Manuel Baltar, y a Fernando Clavijo. El último tirón de orejas ha sido un informe elaborado por la Federación que sitúa a Baleares, Madrid y Canarias como las comunidades con peor Atención Primaria (AP).

Con los datos en la mano, no debemos dejar escapar que la sanidad pública canaria no ha experimentado grandes mejoras en los últimos años, a pesar de las promesas que hicieron Clavijo y Baltar tras la ruptura del pacto con el Partido Socialista. Lo confirma la Federación, que resalta en su informe que, al contrario que Baleares y Madrid, en Canarias la población prefiere la Atención Primaria en menor medida, inclinando la balanza hacia la sanidad privada.

Es cierto que los problemas de la sanidad canaria no son consecuencia directa del Gobierno de Fernando Clavijo; sin embargo, el nivel de la balanza entre lo público y lo privado no ha dejado de estar desnivelado desde la llegada de Baltar a la Consejería de Sanidad. Muchas han sido las veces en que la Asociación en Defensa de la Sanidad Pública Canaria afeaba que el exdirector de Operaciones de Hospitales San Roque ocupase la consejería de Sanidad. Muchas han sido las veces que han reclamado que se eliminen los conciertos ilegales con la sanidad privada.

Tampoco debemos olvidar la campaña que emprendieron con la imagen del presidente del Gobierno canario y del consejero de Sanidad, una campaña incómoda, una campaña que no sentó bien en algunos despachos. No debemos olvidar los desaires de José Manuel Baltar hacia los informes de la Federación de Asociaciones para la Sanidad Pública. Y es que en época electoral es conveniente tener buena memoria.

Ahora, la Asociación en Defensa de la Sanidad Pública Canaria ha presentado un escrito en Presidencia del Gobierno para suspender o revocar los conciertos en casos de hospitalización de media estancia, y lo han hecho con el dinero de una campaña de micromecenazgo. Este es un ejemplo de que las pequeñas luchas sociales sirven para algo. Una pequeña victoria para aquellos que aprietan los dientes y luchan contra quienes quieren aniquilar la sanidad pública canaria con el único fin de asegurarse clientes en la privada. Esta es una pequeña victoria para quienes inclinan la balanza hacia lo público.