La presidenta del Cabildo de Tenerife evita rectificar en su apoyo al modelo de la ultraderecha italiana con los inmigrantes

Rosa Dávila, presidenta del Cabildo de Tenerife.

Tenerife Ahora

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La presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, de Coalición Canaria, ha evitado este viernes rectificar o matizar sus palabras de este miércoles, cuando aseguró que el modelo italiano (la política de la ultraderechista Giorgia Meloni en Italia para deportar migrantes a terceros países extracomunitarios a cambio de dinero) funcionaba mejor que el canario.

El PSOE le pidió que rectificara, puesto que el modelo italiano, muy criticado por las ONG de atención a los migrantes, significa enviar a estas personas a terceros países donde no están garantizados sus derechos ni atención digna y contribuye a la creación de cárceles para emigrantes. El PSOE, además, acusó a Dávila no atreverse a rectificar para “no molestar al PP”, con quien cogobierna en el Cabildo insular.

En respuesta, Dávila ha afeado su “hipocresía” ya que “el PSOE votó a favor de esa propuesta, en el seno de la Unión Europea, a través del pacto migratorio”. “Junto al Partido Popular, votaron a favor de ese pacto que lo que pretende es poner a las personas en esos países terceros”, ha explicado Dávila.

Y ha insistido en que “a Canarias, siendo parte de la Unión Europea, nos han tratado desde el primer momento, precisamente por nuestra lejanía, y con toda seguridad, como un país tercero: por eso aquí hay 6.000 niños esperando a ser distribuidos por el conjunto del territorio español”. Cabe recordar que la atención a los menores migrantes corresponde a las comundiades autónomas y que su distribución, según la ley actual, se realiza de forma voluntaria si las regiones lo autorizan. Precisamente ese punto es el que el Gobierno canario (formado precisamente por CC y el PP) quiere modificar en la Ley de Extranjería, para que dicho reparto no sea voluntario, sino obligatorio, ya que hasta ahora la mayoría de comunidades (especialmente las gobernadas por el PP) ha bloqueado la acogida, pese a haberse comprometido a ello y se trata, además, de cifras muy bajas de traslados frente a los casi 4.000 que tendrían que abandonar las islas para aliviar el colapso de los centros de atención. Sin embargo, el PP, con quien cogobierna Dávila, votó en contra de dicha modificación en el Congreso de los Diputados en julio, y rompió las negociaciones con el Gobierno central para pactar el cambio legislativo.

Ahora es el PP, concretamente el presidente del partido en las islas y vicepresidente del Gobierno canario, Manuel Domínguez, quien primero abrazó la opción italiana de deportar migrantes a terceros países. El presidente canario, Fernando Clavijo, del mismo partido que Dávila, sin embargo, negó esa posibilidad pero abrió una nueva: deportar a países de origen, como Marruecos.

Ambas posturas recibieron numerosas críticas al considerar que enviar a estar personas a países extracomunitarios no garantiza ni sus derechos, ni su bienestar, especialemente en el caso de los menores.

“Yo creo que lo primero que tenemos que entender es que Canarias es la ruta más mortal de todas las rutas hacia Europa, que hay seres humanos intentando escapar del hambre, de las guerras... y que han encontrado en la ruta canaria una salida”, ha continuado la presidenta insular.

Asimismo, ha recordado que las islas “están teniendo, precisamente, ese tratamiento de país tercero, donde dejar hacinadas a las personas” y ha pedido acabar con esa situación en Canarias, para que deje de ser “ese espacio que ha encontrado Europa como centro de retención”. Cabe recordar que la mayoría de los inmigrantes adultos que llegan a Canarias abandonan las islas pocas semanas después, trasladados por el Gobierno central a centros en la Península. Solo los menores permanecen en Canarias, puesto que su atención es competencia autonómica. En total hay menos de 6.000 en la actualidad, repartidos por todas las islas.

Dávila ha insistido en que “Canarias es a España y al Gobierno de Pedro Sánchez lo que Albania está siendo para Meloni y para el Gobierno italiano”, sin mención alguna para el PP y su bloqueo a la reforma de la Ley de Extranjería.

Sin embargo, preguntada, de nuevo, por su defensa al modelo Meloni en la cadena SER, la presidenta insular dijo este viernes que la propuesta la han rechazado “desde el primer momento” porque defendieron “que era absolutamente injusto que países ricos pagaran a los países pobres para que dejaran hacinadas a las personas”.

Ha recordado que “tanto Partido Popular como Partido Socialista, votaron en la Unión Europea, ese pacto migratorio que lo que pretende es poner a las personas en esos países terceros”, mientras “a Canarias, siendo parte de la Unión Europea, nos han tratado desde el primer momento (...) como un país tercero”.

“Por eso aquí hay 6.000 niños esperando a ser distribuidos por el conjunto del territorio español... En Albania hay 16 migrantes. ¿Cuál es la diferencia entre Canarias, en donde hay 6.000 niños, que tienen que tener su protección, y lo que está ocurriendo en Albania, dónde hay 16 migrantes?”, ha concluido Dávila, obviando de nuevo que se trata de una competencia autonómica y que no se distribuyen porque las comundiades no los aceptan ni la ley les obliga a hacerlo.

Por otro lado, cabe subrayar que Canarias no recibe migrantes enviados por el Estado, ni por ningún otro país de la UE, ni existen cárceles en las Islas para personas migrantes, una situación muy distinta a la que pretende el Gobierno Meloni en Albania y que, de hecho, no tiene ninguna similitud con la situación en las Islas, donde la mayoría de los migrantes pasan poco tiempo antes de continuar hacia el continente, sobre todo a países como Francia y Alemania.

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