Más de 100 minutos ahora frente a los 60 de antes. Así ha empeorado el Cabildo de Tenerife el tiempo que tarda en las guaguas de TITSA un viajero en llegar desde Santa Cruz a la estación de Icod de los Vinos. La reordenación de este servicio en el norte de la isla ha generado desconcierto e indignación no solo en los políticos, sino sobre todo en los usuarios. Tal es así que el Cabildo ya ha anunciado que dará marcha atrás a algunos cambios, aunque está por ver de qué manera. Este aviso se tuvo que consumar este viernes de forma integral en el pleno del Cabildo (se cancela toda la reordenación). Tenerife Ahora ha hecho esa ruta y ha podido verificar que el calvario que denuncian los ciudadanos es cierto. Y eso que el trayecto se hizo en hora no considerada punta.
Todo comenzó a principios de diciembre, cuando los habitantes del noroeste de Tenerife y quienes tenían que desplazarse desde la capital a esa parte de la isla vieron con estupefacción que la línea directa entre Santa Cruz e Icod solo tenía a partir de entonces un viaje al día hacia el norte (14.45) y cuatro hacia el área metropolitana (5.45, 6.45 y 13.15).
La alternativa es una vuelta al pasado, es decir, volver a la lenta ruta por los pueblos como única opción, pero dividida en dos. Así, para ir de Santa Cruz a Icod primero hay que coger la guagua 108 (que antes llegaba a la Ciudad del Drago) y hacer trasbordo en Los Realejos, tras pasar por la estación de La Laguna, subir al casco urbano de La Orotava y entrar por la congestionada rotonda del centro comercial de El Trompo.
El trasbordo se hace en la realejera rotonda de El Castillo, donde hay que esperar a que pase o la 363 que va de Puerto de la Cruz a Icod y de allí a Buenavista -una línea que ha aumentado su frecuencia de paso- y que atraviesa el Realejo Bajo y el barrio de San Vicente. También el casco urbano de San Juan de la Rambla.
Tenerife Ahora hizo esta ruta entre la capital e Icod en un día laborable y en una hora no punta, y pudo comprobar el considerable retraso que ahora sufren los viajeros que quieran hacer ese recorrido, sin otra opción que las rutas indirectas. Una demora que no compensa siquiera el hecho de que las 107, 108 y 102 ya no pasan por el aeropuerto Tenerife Norte, pues para ir a este aeródromo es preciso usar el servicio Aeroexpress, que parte de Puerto de la Cruz -una línea, la 20, hasta Los Rodeos, y otra, la 343, que sigue hasta el Reina Sofía y Los Cristianos- y Santa Cruz (con parada en el intercambiador de La Laguna).
Este diario tomó la 108 a las 10.10 en el Intercambiador de Santa Cruz y a medida que iba recogiendo personas el desconcierto era generalizado entre los pasajeros. “¿Que esta no va hasta Icod, qué me dice?”, era la pregunta de mucho usuarios, a quienes el chófer de TITSA informaba de los cambios, con más paciencia que el santo Job. “Esta sube a La Orotava y tiene usted que bajarse en Los Realejos y esperar otra guagua que pasa para Icod y viene del Puerto”, era el repetido comentario del conductor.
La queja de los pasajeros era general: “Pues vamos para atrás, en vez de para adelante”, respondían algunos viajeros. El chófer, por lo bajini, reconocía que los cambios “están siendo un desastre para los pasajeros, yo los comprendo”.
A las 10.54 la guagua llegaba a la estación de La Orotava, y a las 11.08 se salía de la TF-5 en en enlace de La Vera (Puerto de la Cruz) para meterse en las rotondas junto al centro comercial El Trompo, donde hace parada. Un punto donde suele haber monumentales atascos de tráfico. Pero a la hora en que este diario hizo el viaje, no fue así, y a las 11.15 la guagua llegaba de nuevo por la TF-5 a su ahora nuevo destino, la rontonda de El Castillo, en Los Realejos. Allí hay que bajarse sí o sí.
Este es el nuevo punto de enlace, un tanto solitario, fuera de la población, sin servicios complementarios, aunque con un supermercado de una conocida cadena a unos metros.
Allí se han instalado dos marquesinas para evitar el solajero y la lluvia, y unos carteles indicativos de los nuevos horarios y líneas, aunque curiosamente ninguno informa de a qué hora pasa por allí la guagua en que se hace trasbordo.
La espera en ese punto depende de la línea que se aguarde y de la hora en que se llegue a ese lugar, pero Tenerife Ahora esperó 11 minutos. En ese momento, el tiempo empleado desde Santa Cruz era ya de 71 minutos; y todavía en Los Realejos, cuando con la 106 en 60 minutos -a veces, en condiciones favorables de tráfico incluso menos-, se podía llegar a la estación de Icod de los Vinos.
Ya en la 363, esta guagua se aparta de la TF-5 y entra por el Realejo Bajo y San Vicente, así como por San Juan de la Rambla casco. Sobre las 11.47 minutos entraba en Icod, a través del barrio de Buen Paso (donde está el hospital comarcal público), y unos minutos después llega al intercambiador de la Ciudad del Drago.
En total, más de 100 minutos consumidos ya desde Santa Cruz, al menos 40 más de los se tardaba con la 106. Y la odisea es aún peor para los viajeros que continúen hacia la Isla Baja (Garachico, Los Silos y Buenavista). En horas de congestión de tráfico, el panorama es aún peor que el aquí descrito.
Tras el rechazo político y social, el Cabildo recula
Tan mal han sentado estos cambios de TITSA que la mayoría de los alcaldes de la zona afectada han mostrado su desacuerdo y criticado que se hayan aplicado sin consenso. Este mes directivos de la compañía de transporte del Cabildo -incluido el director insular de Transportes, Miguel Becerra- han mantenido reuniones públicas con vecinos y autoridades, como las celebradas en Icod y en Garachico, para explicar esta reordenación, tras la polémica desatada. Sus explicaciones no convencieron a la mayoría de los asistentes, ni siquiera cuando mencionaron la baja ocupación de la 106, por lo que se han comprometido a recuperar el servicio de esta línea y otras medidas después de navidades.
En un reciente pleno, el Ayuntamiento de Icod de los Vinos se ha pronunciado en contra de esa remodelación en el transporte público, a raíz de una moción presentada por el PP, que lidera la senadora Isabel García, y en la que se lamenta de la “improvisación” y la falta de consulta a los ayuntamientos y a los ciudadanos antes de tal reestructuración de un servicio tan esencial.
En esa moción se enumeran las polémicas modificaciones llevadas a cabo por el Cabildo. Se han suprimido la línea 107 (Buenavista-Santa Cruz), el tramo solo por la TF-5 Icod-Los Realejos de la 108, y el tramo Los Realejos-Puerto de la Cruz de la 354 (los usuarios de esta línea que va a Icod el Alto, La Guancha y llega hasta Icod ahora deben hacer trasbordo en la rotonda de El Castillo, en Los Realejos).
Esta línea además ha perdido frecuencia, de una hora a 1.20 minutos los fines de semana y festivos. Además, se ha suprimido la línea 103, antes directa entre Puerto de la Cruz y Santa Cruz, y ahora con multitud de paradas y un tiempo de destino mucho mayor, según se recoge en la moción.
Durante el viaje de Tenerife Ahora en TITSA, algunos viajeros se preguntaban que, si no hay dinero para mantener algunas líneas y frecuencias de guaguas, y se han tenido que hacer estos cambios, cómo es que los habrá para construir y mantener los trenes del norte y el sur, que promueve el Cabildo, con un coste que, entre ambos, puede superar los 3.000 millones de euros.