Es de noche y paseo por La Laguna con los hombros encogidos. El frío húmedo de este febrero invernal recorre mis huesos de los pies a la cabeza. Al pasar por la plaza Dr. Régulo Pérez me fijo en El Búho, o más bien en lo que queda de aquel emblemático local lagunero. Hoy anuncian un grupo de versiones rockeras en directo, un cover más. Echo un vistazo hacia dentro con cierta nostalgia y no puedo evitar pensar en aquel templo de la música convertido hoy en bar de copas, un recuerdo de un pasado cargado de creatividad que no volverá. Cuántas noches de jazz con lo mejor del panorama canario del momento…
Y pese a todo el jazz en Canarias sigue vivo contra viento y marea, con destacados músicos que hacen de este territorio una potencia en lo que a este estilo se refiere. Tampoco es de extrañar: el jazz en las islas es una historia de ida y vuelta. Nuestros antepasados estuvieron en Luisiana allá por el siglo XVIII e influyeron en los albores del género. El rebote del fenómeno nos llegó en el siglo XX, con la llegada de las grabaciones del momento que rápidamente motivaron las mentes efervescentes de los creativos canarios, dando lugar a solistas y grupos que comenzaron a destacar en el panorama nacional e internacional.
La playlist de este mes hace un recorrido por las figuras más significativas del jazz de hoy y ayer, una pequeña muestra de lo que se continúa haciendo en las islas y por las que un puñado de músicos continúa peleando (entre otras luchas, porque haya una enseñanza reglada de calidad). Una recomendación: no dejen de acudir al Festival Internacional Canarias Jazz & más Heineken y, sobre todo, al Canarias Jazz Showroom, donde podrán palpar de primera mano la magia de nuestros mejores intérpretes. Larga vida al swing.
1. Gracias de Martín Leiton: suave seducción musical, un profundo agradecimiento para los oídos y la mente…
2. Songó Pa’ Heliena de Atcheré: latin jazz fresco y de calidad, sabor y sello de identidad de una de las bandas míticas de nuestro archipiélago.
3. Minor Things de Yul Ballesteros: la complejidad y el misterio del guitarrista grancanario, ganas de empaparse de cada nota.
4. Song for Gary de Polo Ortí: un tema que pasará a la historia y que, entre sus múltiples versiones, destaca esta a dúo entre el pianista tinerfeño y el desaparecido timplista José Antonio Ramos. Sensibilidad en cada fraseo, magia y pureza.
5. J. C. de Jose Carlos Machado: el saxo de Kike Perdomo, la batería de Churchill, el piano de Augusto Báez, el bajo del propio Machado… Emoción y declaración de intenciones.
6. Baile del Vivo de Gato Gótico: sonido ochentero de altos vuelos, fusión entre folclore y vanguardias, “mordido por los años y la distancia” que reza el verso del tema.
7. Suite Macabra: Swing Frenetique, Allegro Misterioso de David Quevedo: amplios diálogos entre piano y el saxo, un deleite de virtuosismo y saber hacer.
8. Theme from Johnny Staccato de Elmer Bernstein interpretado por la Big Band de Canarias: swing en estado puro que traslada a los años 60, al aire sofisticado de la época de clubes y detectives privados de esta mítica serie.
9. Night In Tunisia interpretado por E&A: mano a mano entre la voz de Esther Alfonso y el piano de Augusto Báez, garra y determinación en una gran interpretación de este clásico tema de Dizzy Gillespie.
10. Palabras por Javier Infante y José Alberto Medina: el título como antagónico, pues lo que no alcanzan a decir las palabras lo logra la música. Pieza cargada de delicadeza y paz, un remanso donde respirar.
11. How… de Cavendish: expresividad y groove con influencias del funk, soul… un tema con el que flotar.
12. All In de Diego Barber y Hugo Cipres: determinación con tintes experimentales, una apuesta muy personal del lanzaroteño que seguro no dejará indiferente.