Ecologistas piden salvar Anaga del turismo “predatorio” y denuncian la sobrecarga de vehículos en la Reserva de la Biosfera
La Federación Ben Magec-Ecologistas en Acción, a raíz de los reiterados problemas que se han dado en plena Reserva de la Biosfera de Anaga los fines de semana y días festivos, ha denunciado una vez más la sobrecarga creciente que padece este espacio protegido, en particular en lo que a tráfico motorizado se refiere, e insta a las diferentes instituciones involucradas a tomar la iniciativa para abordar de forma “responsable y decidida” este problema.
Según ha informado la Federación, de entre las numerosas situaciones de riesgo para las personas y presión sobre el medio ambiente, destacan las aglomeraciones de vehículos motorizados que se han generado en áreas como la Cruz del Carmen, el Cruce de Afur y la carretera entre Almáciga y Benijo, llegándose en los últimos casos señalados a una paralización completa del tránsito debido a la cantidad de coches aparcados indebidamente.
Como documentan varios vídeos que circulan por redes sociales, y de los cuales la Federación ecologista pudo comprobar la autenticidad, el servicio público de guagua hasta llegó a ser interrumpido temporalmente por la imposibilidad física de recorrer la carretera, además de verse sistemáticamente entorpecido por la congestión de coches particulares y de alquiler.
Igual de habitual resulta la ocupación del espacio para que la guagua pueda dar vuelta cerca de la Casa Forestal, a pesar de la prohibición de aparcar allí, así como la de aparcar ocupando a medias el carril de tránsito y el suelo natural en las inmediaciones de la Cruz del Carmen, tal y como señalan los ecologistas.
Desde la Federación indican que diversas de estas incidencias se han producido a menos de mil metros a vuelo de pájaro con respecto a las Zonas Núcleo de la Reserva de la Biosfera, y concretamente de la Reserva Natural Integral del Pijaral, por lo que concierne a los hechos de Almáciga y Benijo, o de la Zona de Exclusión del Monte de Aguirre en el caso del Cruce de Afur. Esta última Zona se ve incluso directamente franqueada por algunos de los aparcamientos ilegales entre la Cruz del Carmen y el Pico del Inglés, añaden.
Ben Magec-Ecologistas en Acción afirma que todos estos espacios gozan muy justamente del nivel más alto de protección, y por ello se limita su uso público a un número muy restringido de accesos diarios, exclusivamente andando y a través de reserva previa; sin embargo, considera paradójico que a escasos metros de sus lindes, o dentro de ellos, aparquen o transiten miles de coches, decenas de miles en fin de semana. En este sentido, los ecologistas recuerdan que toda Anaga se constituye como Parque Rural y Reserva de la Biosfera y, como tal, merece y exige ser tutelada.
La Federación ecologista comenta que en las últimas décadas se han acumulado los estudios científicos que demuestran el impacto perjudicial de las carreteras sobre los espacios naturales y las especies de los alrededores, siendo directamente medible a una distancia de hasta 1 km a ambos lados de la vía, como fragmentación de hábitats, atropellamientos no solo de animales terrestres sino también de aves (en razón de decenas de miles cada año en una isla como Tenerife), cambios en los patrones reproductivos, ruido y contaminación. Según los ecologistas, los acontecimientos más recientes tan solo han puesto de manifiesto una situación inaceptable cuyos daños comprometen el patrimonio natural y humano de Anaga, por lo que urge actuar para lograr un uso sostenible de estas vías.
Presencia masiva de personas y coches
Subrayan que la presencia masiva de coches privados merma activamente la posibilidad de fomentar alternativas viables y añaden que el transporte más sostenible, es decir, el de energía humana, es desincentivado por el peligro que supone el tráfico motorizado, máxime en carreteras de estas características.
En un trabajo de campo realizado por miembros del mismo colectivo ecologista, apenas se ha detectado presencia de bicicletas en un tramo de cinco kilómetros de la TF-12 a lo largo de toda la tarde del día 12; asimismo, se ha podido comprobar la excesiva velocidad y las distancias inadecuadas mantenidas por la mayoría de conductores hacia las y los caminantes. El transporte público por guagua se ve a su vez dificultado, aparte de haber sufrido progresivos recortes a lo largo de los años.
Los ecologistas inciden en que los habitantes del Macizo ya hace tiempo que han levantado la voz de alarma sobre las campañas que promocionan la marca Anaga en aras de un turismo tanto exterior como local que acaba siendo “predatorio”, al menos mientras falte todo límite que garantice en todo momento el respeto del entorno ecosocial. Además, critican que se ha alimentado un efecto llamada sin reparar en la capacidad de carga de los espacios o en la disponibilidad de medios de acceso realmente sostenibles.
Medidas
En consideración de todo ello, la Federación Ben Magec-Ecologistas en Acción requiere que se planeen y ejecuten a la mayor brevedad una serie de medidas de diferente alcance y concreción.
En primer lugar, y de forma inmediata, consideran imprescindible que las fuerzas de policía aseguren el respeto de la legalidad, enfocándose en los comportamientos que más impacto negativo tienen sobre el entorno: aparcamiento ilegal y exceso de velocidad de los vehículos motorizados. Como norma general, aquí también hay que fomentar, proteger y privilegiar toda forma de transporte sostenible.
En segundo lugar, piden abordar el transporte público en guaguas desde una perspectiva de servicio público, para lograr a medio plazo estimular su uso, en lugar de razonar en términos mercantilistas de demanda y oferta, lo que acaba siendo contraproducente en un ámbito tan peculiar.
Al mismo tiempo, consideran que hay que impulsar campañas de información y promoción para que las personas sean conscientes de lo atractivo que resulta este medio de transporte para el acceso a Anaga, porque incluso hoy en día sigue siéndolo, a pesar de los recortes y de los atascos.
En tercer lugar, la Federación entiende que serían muy oportunas iniciativas puntuales de carácter innovador para promocionar el acceso sostenible a Anaga, conforme a las que ya se llevan a cabo en otros lugares de Europa: por ejemplo, días festivos o pre festivos de cierre al tráfico particular (salvo residentes, por supuesto), asociados a programas de senderismo o ciclismo respetuoso y guaguas gratuitas.
En cuarto y último lugar, consideran improrrogable la activación de un cupo diario para el acceso a las Zonas Tampón de la Reserva de la Biosfera con vehículo motorizado particular, guaguas comerciales inclusive. Los detalles de este cupo deberían establecerse por medio de un proceso de participación auténtico y no de mera fachada, algo que se ha echado mucho en falta la gestión en el marco de la capacidad de carga de este emblemático y vulnerable Parque Rural y Reserva de la Biosfera
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