Miles de personas se han citado como cada 7 de septiembre al amanecer frente a la iglesia de San Pedro en el casco de Güímar, en Tenerife, para asistir a la tradicional salida de la Bajada de la Virgen del Socorro, primer paso del peregrinar de esta imagen (que representa a la Virgen de Candelaria) desde el valle hacia la aldea que lleva su nombre en la costa. Esta romería, que es la más antigua de Canarias, rinde homenaje a la leyenda que relata el encuentro de unos pastores guanches con una talla de la Virgen de Candelaria varada en la arena de la cercana playa de Chimisay.
Portando el tradicional ramito de albahaca, los peregrinos, algunos ataviados como los guanches de la leyenda, y acompañados por el sonido de los voladores y los bucios, han tomado el tradicional caldo al inicio del camino, a las 07.00 de la mañana, cuando la virgen ha abandonado el templo, y han comenzado la ruta en dirección al mar. Lleno total en la plaza de San Pedro para ver salir a la Virgen.
Por el camino este 7 de septiembre, parrandas y peregrinos de todas las edades llegados desde todos los puntos de la isla se han repartido comida y bebida, han pasado junto a la Montaña Grande y, dejando a un lado el malpaís, han llegado a la aldea junto al mar. Allí, en la ermita, ha continuado la fiesta y los actos de homenaje a aquel encuentro ocurrido en el siglo XV.
En El Socorro la virgen pasará las próximas horas, hasta que regrese a su templo tras realizar la llamada Subida.
Estas son algunas de las imágenes que deja esta jornada, amenizada como cada año por el pasodoble Al Socorro.