El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de La Laguna, Santiago Pérez, ha expresado su disconformidad con el informe presentado por Icomos en el que afirma que el municipio ha incumplido las directrices que convirtieron a su casco histórico en Patrimonio de la Humanidad, pues entiende que “esta información no se corresponde con la realidad”.
Pérez ha tachado este documento de “impreciso, sin contraste adecuado” y ha esclarecido que la Unesco “no se ha pronunciado ni se ha dirigido a la corporación local en ningún momento”.
Icomos (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios) es una organización internacional no gubernamental que asesora a la Unesco en la preservación de los bienes históricos.
Este organismo ha considerado que existen dos intervenciones urbanísticas en La Laguna -la parcela situada sobre las calles Manuel de Ossuna y Herradores, y el claustro, patios y anexos a la Casa de la Esclavitud y Real Santuario del Santísimo Cristo- que no han respetado las directrices prácticas para que la ciudad pueda mantenerse como Patrimonio Mundial.
En primer lugar, respecto a las calles Manuel de Ossuna y Herradores, Icomos ha denunciado un agravio sobre la conservación del patrimonio edificado debido a la permisividad del consistorio a la hora de actuar sobre el parcelario y consentir su segregación.
Respecto a ello, Santiago Pérez ha respondido que el Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico de San Cristóbal de La Laguna, aprobado en 2005 “e intacto desde entonces”, “protege a parcelas que están constituidas como zona trasera”, por lo que, la situada en la vía Manuel de Ossuna no entra en este rango “ya que nunca ha sido trasera de la de Herradores”.
Más allá de eso, ha defendido que la edificación a la que alude el informe “respeta por su volumetría y su diseño -basado en una arquitectura moderna para evitar el falso histórico-, es consecuente con el citado Plan”.
Icomos también ha señalado la situación del velatorio del Santuario del Cristo que, a juicio de la entidad “altera la tipología tradicional de este tipo de edificaciones, perdiendo con ello el carácter del edificio y su simbolismo”, tal y como se recoge en el documento.
Pérez ha expuesto que en la referida zona se han llevado a cabo tres intervenciones: una de rehabilitación del Santuario en 2017, otra de reforma de las zonas anexas en 2019 y una última, también en los lugares exteriores y para construir un velatorio, en el mismo año.
“Las actuaciones no han supuesto la pérdida de valores patrimoniales, sino que han ido acordes con los mismos, permitiendo eliminar construcciones en mal estado de conservación que precisamente, distorsionaban la percepción del espacio”, ha sostenido el edil.
El concejal ha recordado que “las licencias de obra son actos reglados y ya fueron debatidas y dictaminadas en su momento, con sentido favorable, por la Comisión Insular de Patrimonio Histórico”.
Sobre esta cuestión también ha puntualizado que de todas estas modificaciones relacionadas con el Santuario solo una ha sido concedida por el actual gobierno lagunero: la adaptación de la antigua zona conventual para actividades de culto y apoyo, de acuerdo con las determinaciones del Plan Especial de Protección y de un Plan Director específico aprobado en 2010 y actualizado en 2017.
En base a todo ello, Pérez ha adelantado que el Ayuntamiento va a remitir a Icomos una respuesta detallando todo lo expuesto, “ya que La Laguna no es la primera ciudad patrimonio que se enfrenta a estos problemas”.
Reiterando que tanto el documento como las informaciones aparecidas en diversos medios de comunicación “no tienen ningún fundamento y dañan la imagen del municipio”, ha hecho hincapié en que “La Laguna va a defender su título de Patrimonio de la Humanidad” y no va a perder “un conjunto que nos enorgullece a todos”.
“El gobierno municipal velará por los intereses y la identidad de los espacios públicos de la ciudad, que tanto significado tienen para la ciudadanía lagunera”, ha concluido el concejal.