La Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife ha expresado su “profundo malestar y preocupación” por la decisión de la compañía CEPSA, propietaria de la refinería de petróleos de Santa Cruz, de retirar una de sus dos barcazas-tanque, ya que reducirá “drásticamente” la capacidad operativa del servicio de suministro de combustibles a buques.
A través de un comunicado, la Autoridad Portuaria ha advertido de que esta decisión “unilateral” reduce su capacidad de abastecimiento a la mitad y “pone en peligro” la competitividad del puerto de la capital tinerfeña y el “óptimo atendimiento” al tráfico de cruceros, “uno de los más importantes segmentos de la actividad portuaria, subraya.
Según Puertos de Tenerife, con la retirada de una de las barcazas, la que queda en servicio “no ha tardado en mostrarse absolutamente insuficiente para atender las necesidades de combustible de los buques que operan en el puerto, pues esa única unidad tiene que atender a los buques de tráfico interinsular, a los cruceros de turismo y a los mercantes que permanecen en la zona de fondeo”. Asegura, además, que algún capitán ya ha expresado su queja recientemente por las demoras que sufrió su nave para ser abastecida, retrasos que “suponen pérdidas económicas para las navieras”, añade.
La Autoridad Portuaria ve esta situación “especialmente preocupante” en el caso del tráfico de cruceros de turismo, pues si las navieras ven alterados sus recorridos y planes horarios “pueden abandonar Santa Cruz de Tenerife como una de sus escalas más importantes en esta zona del Atlántico, lo que supondría un grave quebranto tanto para el conjunto de la comunidad portuaria como para los sectores comercial y de servicios de Tenerife, que encuentran un importante sostén en esta actividad portuaria”.