Santa Cruz tendrá Carnaval todo el año
Cuesta creer que algo tan destacado en Tenerife, en Santa Cruz, como es el Carnaval no contara ya con un espacio dedicado a esta fiesta en toda la ciudad. Salvo los carteles reproducidos en el suelo frente al Parque Marítimo César Manrique y alguna que otra escultura, no hay ningún espacio urbano actual en el que el Carnaval sea el protagonista.
Así ha ocurrido que, tras acabar la fiesta, todas las creaciones (disfraces) que durante la celebración cobraban vida y llenaban de color las calles perdían el protagonismo y desaparecían de la memoria colectiva. Eso sí, solo hasta el año siguiente, cuando nuevos vestidos y fantasías venían a sustituir a los del Carnaval anterior. Es una fiesta efímera, que renace de año en año, pero que desaparece de la actualidad durante la primavera, el verano y el otoño.
Por estas razones, surgió la idea de dedicarle, al fin, un espacio propio y fijo todo el año. Nos guste o no el Carnaval, lo cierto es que es algo con lo que se identifica a los canarios fuera de las islas (eso, el plátano y las papas arrugás). Así que este no será solo un museo para turistas, sino un espacio para que también los tinerfeños, y los chicharreros en particular, descubran o redescubran, recuerden y revivan en cualquier momento del año esta fiesta tan característica.
La Casa del Carnaval, cuyo lema es Serpentinas y confetis, abrirá sus puertas, según las previsiones del Ayuntamiento de Santa Cruz, en 2017. El edificio (aún inacabado) está situado en el parque del barranco de Santos, bajo el puente Galcerán. Sus 1.052 metros cuadrados estarán dedicados, tal y como ha indicado el consistorio capitalino, a “realzar todos los elementos y cualidades que hacen único el Carnaval chicharrero”. Además, está pensado para cumplir dos funciones: por un lado, de servicio público, y por otro, la de contribuir a la promoción turística de la ciudad.
Estructura de la futura instalación
El museo, que ha contado con un presupuesto de 327.862,32 euros, está distribuido en cuatro áreas. La primera es la exposición permanente, que acogerá colecciones y contenidos de distinta tipología, fondos documentales y recursos multimedia relacionados con la fiesta. La sala contará con un espacio central y ocho módulos independientes, todos con pantalla para proyectar recursos audiovisuales. La sala central estará decorada con una proyección cambiante de los carteles de cada Carnaval.
Dentro de esta zona, habrá también un espacio didáctico e interactivo, en el que los visitantes podrán probarse disfraces, caretas y pelucas, o tocar los instrumentos musicales típicos de la fiesta. A continuación se ha diseñado un escaparate con vestidos y objetos representativos de la fiesta que se irá actualizando con frecuencia. Aunque el contenido de la exposición variará con cada muestra que se presente, el eje central de esta parte del museo será un vestido de reina del Carnaval.
Junto a esta sala habrá otra de uso polivalente, destinada a acoger exposiciones temporales, conferencias, presentaciones de libros, charlas o seminarios. También se contará con un escenario desmontable y al aire libre, que servirá para actuaciones, conciertos o presentaciones de disfraces, entre otras actividades.
La Casa del Carnaval además dispondrá de una parte dedicada a la documentación e investigación del patrimonio del Carnaval de Santa Cruz, la que permitirá la catalogación de fondos. El objetivo será proteger el legado histórico, artístico y sentimental de la fiesta, así como la recepción, la investigación y el archivo de material documental y audiovisual de todas las celebraciones.
Según plantea el Consistorio, esta sala está concebida como un espacio de aprendizaje activo, que permitirá impulsar actividades didácticas y dispondrá de un área destinada a impartir talleres y actividades variadas, dirigidas tanto a escolares como a adultos, a modo de formación de arte y oficios del Carnaval. A todo lo anterior, y como ocurre con casi todos los museos, se dispondrá de una cafetería y una tienda.
Según ha expresado el Ayuntamiento capitalino, la Casa del Carnaval está pensada para el público local y regional, pero también para el nacional e internacional, de manera que tanto los turistas como la denominada comunidad del Carnaval (grupos participantes y aficionados), especialistas o el público en general tengan cabida en ella.