La Consejería de Sanidad canaria ha hecho un llamamiento a la colaboración ciudadana en el rastreo de casos de COVID-19, después de que 44 menores de edad en Tenerife, probablemente vinculados a fiestas de fin de curso, hayan obstaculizado estas labores al negar estar relacionados con estas celebraciones.
“Se han detectado incumplimientos a la hora de comunicar los contactos para controlar los contagios, lo que pone en riesgo la salud de los demás”, alerta Sanidad.
También recuerda que “la comunicación de estos contactos es una obligación sanitaria, pues ayuda a controlar la expansión de la pandemia y evita contagios entre personas cercanas al caso positivo”.
Precisamente, hace unos días el alumnado del instituto Deltebre, en Tarragona, que vino a Tenerife en su viaje de fin de curso en las primeras semanas de junio, fueron el punto de origen de un brote de contagios en esa pequeña ciudad de 11.578 habitantes. Por ahora han dado positivo en las pruebas PCR al menos una treintena de personas, entre alumnado y contactos directos, según informan desde su Ayuntamiento. Asimismo, se ha iniciado un cribado masivo que incluye al menos a 300 vecinos.
Fuentes de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias confirmaron a este periódico que “no se han detectado positivos en la isla a raíz de este brote” y relatan que fue varios días después del regreso del viaje cuando se detectaron los primeros positivos.