La mejora en los datos epidemiológicos de Tenerife augura una relajación en las restricciones
Los registros de contagios de COVID-19 que este martes publicó la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias corroboran el cambio de tendencia en Tenerife, que ya dibuja su curva en descendente: solo se registraron 54 casos nuevos en 24 horas, muy por debajo de los 101 apuntados en Gran Canaria y los 83 de Lanzarote. A pesar de sumar dos fallecidos en la jornada, la isla ha conseguido domar la gráfica, en gran medida, gracias a la batería de restricciones tomadas durante las fiestas navideñas y que afectaban de lleno a sectores como la hostelería.
Para Lluís Serra, portavoz del Comité de Expertos que asesora al Gobierno de Canarias, “con estos buenos resultados no se justificaría el mantenimiento de las restricciones en Tenerife”, pero no se aventura mucho más. “Habrá que esperar a este jueves, cuando se reúnan los responsables del Gobierno de Canarias, para conocer todos los cambios”.
La sospecha es la bajada al nivel 2 (actualmente la isla está en nivel 3, el máximo) y una cierta relajación en las medidas que afectan directamente a restaurantes, cafeterías y bares, así como el cambio en los horarios del toque de queda, que se retrasarían a las 23.00 horas (actualmente se mantiene a las 22.00 horas). “Tenerife ha mejorado mucho sus indicadores, pero esto es muy frágil. Al final de lo que se trata es de salvar la vida de la gente”, concluye Serra.
Cuestionado sobre la situación del sector de los gimnasios, que este miércoles se manifiesta delante del Cabildo de Tenerife ante el cierre total de sus establecimientos en estas semanas de restricciones, el portavoz no quiso adelantarse. Sin embargo, aseguró que “las medidas que se tomen irán acordes a la gravedad de la situación”.
En total la isla suma 14.422 casos acumulados. De ellos, 5.101 se encuentran en activo: 39 en UCI, 227 en planta y 4.835 en sus domicilios. Asimismo, durante esta jornada se dieron 203 altas nuevas.
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