Sofía Ramos, sobre las mujeres en el cine en Canarias: “El 80% se sintieron infravaloradas en sus trabajos y tuvieron que esforzarse el doble”
Esta recién graduada en Periodismo por la Universidad de La Laguna publicó recientemente el libro Ellas en el cine, el caso de Canarias. Se trata de una investigación en profundidad sobre la brecha de género que existe en las producciones cinematográficas canarias. En ella figuran las voces de la directora de fotografía Rut Angielina, la compositora María Eugenia León, la directora Alba González de Molina, la productora Marta De Santa Ana Pulido, la guionista María Sanz Esteve, la directora de producción Marta Miró González, la modeladora 3D Aurea Casas Martín, el director del Instituto de Cine de Canarias, Sebastián Alvarado Villegas, y la ensayista Pilar Aguilar, investigadora y crítica de cine feminista.
Todas ellas cuentan en profundidad cuáles han sido sus experiencias al enfrentarse a la brecha de género en su campo de trabajo y cómo han llegado al puesto en el que están. Ramos es, además, una joven investigadora amante de las ciencias y pretende llevar esta perspectiva de género al campo de la comunicación científica con la especialización de máster que eligió cursar tras la carrera.
¿Por qué escogió esta línea de investigación para su Trabajo Final de Carrera?
Cuando empecé la carrera, me di cuenta de que podía dedicarme al cine, que era algo que a mí me apasionaba, pero que no me planteaba que pudiera hacer. Vi que muchos profesores universitarios como David Fuentefría lo implementaban en sus clases y pensé que había un hueco en el mercado para esto. Empecé a asistir a celebraciones relacionadas con el cine, estuve como ayudante de producción y de prensa en un festival en el norte. Luego ya estuve como jefa de prensa y de producción en ese mismo evento; empecé a dar cobertura a diferentes eventos relacionados con el cine y a entrevistar a muchos cineastas, a muchos actores, actrices y demás. A medida que avanzaba detecté que casi todos mis entrevistados siempre eran hombres y cuando empezamos a trabajar la perspectiva de género en la facultad me empecé a dar cuenta y dije, ‘¿Dónde están las chicas?’, porque conocía sobre todo a actrices canarias, pero también contadas con los dedos de una mano. Así, empecé a interesarme y a conocer productoras, directoras de fotografía, muchas de ellas están en este TFG. Capté que podía ser interesante escribir por primera vez sobre los profesionales canarios que se dedican al cine y, en este caso, a las mujeres, que son unas auténticas desconocidas.
¿Y por qué decidió llevarlo al libro?
Pues lo del libro fue una auténtica sorpresa. Le presenté la idea a Ediciones Idea y su director lo leyó de una sentada. Le gustó mucho y me propuso publicarlo tal cual estaba. Y como mi plan futuro es doctorar y la docencia universitaria, para mí, publicar un libro de investigación sobre esto supuso un regalo. Nunca me habría imaginado que publicaría un libro de esta temática.
Dentro de estas entrevistas a ocho mujeres a lo largo de esta investigación, ¿hay algún rasgo en común o alguna situación que compartan que las haya hecho sufrir el llamado techo de cristal dentro del mundo del cine en Canarias? techo de cristal
Efectivamente, el 80% de las entrevistadas vivieron las mismas situaciones y me lo expresaron de la misma manera. Me pareció muy curioso cómo estas profesionales de diferentes partes del mundo habían vivido lo mismo sin conocerse. Me dijeron que se habían sentido infravaloradas en sus trabajos, que las habían tratado con condescendencia y que se tuvieron que esforzar el doble para llegar a los puestos de responsabilidad que han tenido en comparación con sus compañeros. Además, hice una encuesta a 68 personas del sector audiovisual canario en la que hay representación de técnicos de sonido, de fotografía, críticos de cine, periodistas especializados, directores... y el 63% considera que sus compañeras no tienen las mismas posibilidades que ellos. Pero también hay que tener en cuenta que al cine canario en particular, digamos a la industria del cine canario, le ha costado salir a relucir a nivel nacional y esto también hace que la invisibilización de las mujeres dentro de sector sea todavía mayor.
¿Por qué cree que no termina de arrancar?
En este trabajo analicé las producciones que se hacen en Canarias, sea por un equipo canario o no, y centré la mirada en las mujeres canarias profesionales que se dedican a esto y ocurre un fenómeno curioso. Marta Miró es canaria, pero no trabaja aquí. María Eugenia León, una gran compositora, también es de Gran Canaria, pero trabaja en Los Angeles. En ese sentido yo creo que esa es una de las cuestiones también importantes: no se conocen porque no trabajan aquí. ¿Por qué?, porque el sector no despega aunque lleva intentándolo veinte años. Ahora parece que con los incentivos fiscales va habiendo más producciones, más sonadas, pero tenemos el mismo problema, son producciones que vienen de fuera con su equipo; graban, se aprovechan de sus beneficios y se vuelven a ir, muy rara vez contratan a técnicos, a personal de aquí, de Canarias. ¿Por qué no arranca? Por la falta de oportunidades. Por un lado, en el caso de las mujeres, Están estrechamente vinculados el sexismo y la escasa formación con que sean unas auténticas desconocidas.
¿Sigue deseando dedicarse al cine, como comentaba al principio, después de haberse enfrentado a esta realidad?
Me encantaría poder dedicarme al cine, seguir haciendo crítica, seguir aprendiendo, seguir acudiendo a jornadas. Ahora en noviembre me voy a Madrid al congreso de Artes y Cultura de la Universidad Complutense a hablar de esta investigación. Pero ciertamente me voy a desvincular un poquito este próximo año porque me voy a centrar en mi máster de Comunicación Social de la Investigación Científica, aunque yo considero el cine una ciencia y espero poder seguir por ese camino.
Los medios de comunicación somos un pilar fundamental en cualquier movimiento social que se haga. ¿Qué recomendaciones daría como recién graduada y nueva trabajadora en el mundo de la comunicación para erradicar la invisibilización que hay del trabajo femenino en el cine?
Yo insisto en que lo que no se ve, no existe. Creo que el cine y el periodismo tienen muchas cosas en común, entre ellas que informan, entretienen y educan. Cuando analicé los medios de comunicación en Canarias en cuanto a la información que daban de cine, vi muy poca. No se hacen apenas coberturas de eventos y lo que se hace es muy por encima. No es un tratamiento que yo dijera correcto, tampoco digo que le vayan a dedicar todas las páginas de Cultura de cada periódico, pero sí es verdad que cuando hay un evento, cuando hay una película, cuando hay un estreno y tenemos un equipo maravilloso detrás como pueden ser personas como las que yo he entrevistado, estas ocho mujeres reconocidas nacional e internacionalmente, yo espero ver un contenido en profundidad. Sé que a veces las agendas informativas no lo permiten, pero sí es verdad que cuando hablamos de cultura yo creo que los medios de comunicación en Canarias tienen que dar un paso al frente. Sí, es muy interesante que vengan a grabar El caso Bourne aquí, pero también que Cándido Pérez de Ármas esté grabando su siguiente largometraje. María Eugenia León, por ejemplo, fue la única mujer galardonada en los premios Jerry Goldsmith en Estados Unidos del año pasado y, además, canaria. A mí eso, como nueva periodista, me parece curioso y me parece noticia, pero no lo fue. Entonces hay que trabajar, por un lado, la visibilización de la cultura del cine y a todas las personas que hacen que eso llegue a las grandes pantallas, y por otro lado, hacerlo desde una perspectiva de género positiva.
¿Se ha visto alguna vez como joven investigadora universitaria envuelta en una situación de discriminación por cuestiones de género o ha sido testigo de esto hacia otra persona?
Directamente, diría que no, pero sí que es verdad que en otros trabajos que hice relacionados con el género me encontré con docentes que defendían que esto es una ideología y que no se debía feminizar tanto lo que yo hacía. Esto, sin duda, fue algo que me chocó y me molestó y decidí dejar esos entornos. Luego, fuera de la universidad, pero siempre vinculado a la academia, cuando estuve de jefa de prensa y producción en el festival de cine tuve un percance un poco incómodo. Una señora llegó tarde a un corto que tenía especial interés en ver y en un pequeño descanso le preguntó a uno de los técnicos que si en ese espacio en el que no se estaba proyectando nada se podía poner. Y claro, el técnico le dijo que hablara conmigo, pero la mujer no paraba de interrumpirme pidiendo hablar con el jefe en medio de mi conversación con ella. En este caso, se sumó el ser mujer con el ser muy joven ocupando un puesto de responsabilidad.
¿Qué consejo le daría a las nuevas jóvenes que están entrando en la universidad con sueños de investigar y se chocan con un panorama un poco desalentador por ser jóvenes y mujeres?
Mi consejo es que trabajen y sean constantes. Eso me ha dado muy buenos resultados a mí. Y si no están cómodas aquí o no encuentran lo que buscan, que lo busquen fuera. En el caso del periodismo, tenemos la suerte de poder colaborar con muchos medios, participar en eventos, infinidad de cosas. La formación también me parece fundamental, no solo tienen que quedarse con los cuatro años. La universidad tiene una fundación que oferta muchos cursos muy buenos que complementan la formación y ayudan a que conozcamos a muchísima gente para poder crear una buena agenda de contactos de cara a salir al mundo laboral.
Ahora que se ha adentrado en el mundo de la ciencia gracias al máster en comunicación científica, ¿qué puede contar sobre ese mundo, del que se dice que también hay una brecha de género bastante marcada?
Pues hay una lucha activa ahora mismo para que eso termine. Hay grandísimas científicas al igual que en el cine hay muy buenas profesionales y desde luego yo no voy a enterrar mi hacha de guerra, por así decirlo. Será una aventura muy interesante porque hay muchas áreas y muchas personas interesantes. Para mí, la ciencia es todo y todavía veo mucha gente que le tiene miedo porque sea algo difícil, pero lo cierto es que forma parte de nuestro día a día. Empiezo con muchísima ilusión porque hay una comunidad científica deseosa de expresar todo lo que van descubriendo. Creo que será una experiencia muy bonita ser un puente con la sociedad al contar y traducir esos avances. Y en ese sentido, voy a aportar mi granito de arena ya desde este mes de septiembre con un programa científico de treinta minutos en Canarias Radio La Autonómica. Aún los detalles están por decidir, pero ya es casi una realidad.
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