La ULL quiere hacer parte de la EBAU en el sur de Tenerife para evitar aglomeraciones
La Universidad de La Laguna (ULL) y la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias ultiman las negociaciones para que el IES Adeje sea una de las sedes de la próxima Evaluación de Bachillerato para Acceso a la Universidad (EBAU). Esta ubicación complementaria, unida a la ampliación de los días en que se desarrollarán los exámenes, contribuiría a reducir las aglomeraciones y garantizar que se guarda la distancia social recomendada por las autoridades sanitarias para evitar la propagación del coronavirus.
La idea de deslocalizar la celebración de esta prueba, que congregará a más de 5.000 alumnos, según las previsiones que maneja la ULL, surgió después de que se descartara la posibilidad de realizarla en el recinto ferial de Santa Cruz de Tenerife, ya que este espacio está reservado para poner en marcha un posible hospital de campaña si hay un rebrote de la COVID-19.
Antonio Adelfo Delgado, coordinador de la EBAU en la ULL, explica que la institución calcula que alrededor de 1.000 alumnos proceden del sur de la Isla. Aplicando las medidas de distanciamiento dictadas por las autoridades sanitarias, el centro tendría capacidad para acoger a alrededor de 450 estudiantes. Eso, unido a los cambios en la organización -la EBAU este año dura un día más y se establecerán turnos-, facilitará el desarrollo de las pruebas.
Asimismo, la institución académica también baraja la posibilidad de utilizar espacios del centro cultural de Adeje, donde se celebra cada mes de julio la Universidad de Verano (UVA).
Por otro lado, la ULL, además de terminar de cerrar la negociación para que este enclave sea sede de la EBAU en julio de este año, pondrá en marcha un protocolo de acceso al centro que afectará a las vías adyacentes para minimizar los riesgos de contagio.
Si este acuerdo se cierra, será la primera vez que estos exámenes se realizan fuera del área metropolitana de Tenerife, al margen de los que cada año se celebran en La Palma, La Gomera y El Hierro. En la primera de estas islas es donde se congrega mayor número de estudiantes, en torno a 500 en cada edición.
La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), por su parte, ya realiza estas pruebas en distintos emplazamientos desde hace años.
Protocolo sanitario
Las universidades españolas no cuentan aún con un protocolo común con el que guiarse cara al desarrollo de la EBAU, probablemente el evento que más personas congregue en plena pandemia. “Necesitamos un documento de mínimos, pero todavía no se ha hecho; no obstante, cada universidad y distrito universitario hacen lo que va creyendo que es más conveniente”, en función de las directrices que marca Sanidad, señala Delgado.
Mientras ese documento llega, la ULL ya está trabajando con protocolos internos. Así, la institución contempla que todos los alumnos y profesores que participen en los exámenes lleven mascarillas, que solo pueda ocuparse un tercio de la capacidad de cada aula, que se incremente la limpieza y desinfección de los baños o que se amplíe el tiempo de llamamiento de los participantes para evitar que se acumulen en la zona de acceso a las aulas.
Además, está previsto que se aumente el número de docentes colaboradores, dado el incremento del número de aulas que se necesitarán, y que los exámenes estén custodiados, sin que nadie los toque, durante al menos 24 horas antes de que los correctores inicien su labor. Tampoco está previsto que en esta ocasión puedan llevárselos a casa, como ocurre en otras convocatorias, sino que se habiliten espacios en la universidad para que lleven a cabo allí la corrección. “Queremos habilitar salas para que puedan estar en ellas el fin de semana posterior”, cuenta Delgado.
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