La Policía Local de Santa Cruz de Tenerife disolvió este domingo una fiesta ilegal que se celebraba en un bar de la capital isleña y donde no se cumplían las medidas sanitarias vigentes para frenar los contagios de COVID-19, como la distancia de seguridad, el uso de mascarillas, el aforo establecido en los comedores interiores o el número de personas reunidas entorno a una misma mesa.
Los hechos se produjeron después de que varios vecinos de la zona requirieran la presencia policial en el lugar ante el ruido y la música de la fiesta. Al llegar al bar, los agentes sorprendieron a los invitados en plena celebración, logrando identificar a 32 personas, además, se propuso para sanción al propietario del establecimiento, al que señalaron por ciertas irregularidades administrativas y por el funcionamiento ilegal del equipo de sonido y mesa de mezclas.
De todo ello se informó a las autoridades competentes y se elaboró un informe con la relación de irregularidades detectadas. Posteriormente, la Unipol puso fin a la fiesta y solicitó el desalojo del local.