Arranca el juicio contra el Obispado de Tenerife y la hermandad de la Esclavitud de Cristo por vetar a las mujeres
Este lunes, 20 de enero, arranca en el Juzgado de Primera Instancia número 2 de Santa Cruz de Tenerife el juicio contra el Obispado de Tenerife y contra la hermandad de la Esclavitud del Santísimo Cristo de La Laguna por impedir a las mujeres formar parte de ella.
El proceso comienza más de un año después de que Mujeres católicas afectadas por ese veto presentasen una denuncia contra ambas organizaciones. Fue en diciembre de 2018, cuando un grupo de mujeres encabezado por Teresa Laborda, quien lleva años luchando por esta causa, alegó discriminación de género contraria a la Constitución Española y a las leyes de igualdad española y canaria al impedirles la hermandad en repetidas ocasiones formar parte de ella.
Se trata de una lucha que dura ya dos décadas, pero que no ha conseguido que se ponga fin a tal práctica discriminatoria. A mediados de 2018, este grupo de mujeres afectadas se dirigió, vía escrito, al obispo Bernardo Álvarez para pedirle que les permitiera formar parte de la hermandad. Sin embargo, no obtuvieron respuesta y decidieron entonces llevar el caso ante la justicia ordinaria.
En la denuncia presentada entonces se argumentó que la no admisión de mujeres en la Esclavitud lagunera supone una conducta contraria al ordenamiento jurídico español y también contra el propio derecho canónico, pues los estatutos de esta hermandad no respetan los derechos y principios constitucionales. Pedían también suprimir la alusión de que solo pueden integrarla “caballeros” y sustituirla por “personas o fieles”.
Normas anticonstitucionales y contrarias al propio Derecho Canónico
El Arzobispado de Sevilla, bajo cuya jurisdicción se halla la Diócesis de Tenerife, dictó un decreto en 2011 que determina “la plena igualdad de derechos” de los miembros de las hermandades y cofradías, “sin que sea posible discriminación alguna en razón del sexo, incluida la participación en la estación de penitencia como acto de culto externo”. Esta norma es incumplida por el Obispado de Tenerife.
Las denunciantes también llamaron la atención en 2018 sobre el hecho de que la Esclavitud está inscrita como asociación en registros oficiales y recibe ayudas públicas, como la inversión destinada a la rehabilitación del santuario del Cristo, en la que participó el Cabildo de Tenerife, entre otras administraciones públicas.
Curiosamente, en sus orígenes (mediados del siglo XVI), cuando era Cofradía del Cristo, esta hermandad sí estuvo compuesta por hombres y mujeres. Fue ya en el siglo XVII cuando se creó la Esclavitud, con la oligarquía lagunera y solo hombres, que terminó absorbiendo y eliminando la cofradía mixta.
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