La fiscal Anticorrupción de Santa Cruz de Tenerife: “Ni amenazas ni coacciones, he recibido sugerencias”
“Ni amenazas ni coacciones, he recibido sugerencias”. Así se ha pronunciado la fiscal jefa de Santa Cruz de Tenerife, María Farnés, al ser preguntada sobre si ha sido sometida a presiones por su labor al frente de la delegación de la Fiscalía Anticorrupción en la provincia occidental, cargo que compatibiliza con el de máxima responsabilidad en el Ministerio Público. “Sugerencias en el sentido de que aquí no hay nada, esto va a acabar en nada, esto es puramente administrativo... Incluso de la misma prensa”, ha señalado en una entrevista en el programa Buenas Tardes Canarias (BTC) de la Televisión Canaria. “Cuando investigas, ves que algunas cosas acaban en nada y otras acaban en condena, pero eso no implica que los hechos, mientras eran investigados, tuvieran una apariencia de delito”, ha precisado.
Farnés ha asegurado que se siente “orgullosa de ser fiscal”, con independencia de los procedimientos en que haya participado, aunque no ha ocultado que una de sus mayores satisfacciones se la llevó con la sentencia del Tribunal Supremo sobre el caso de Las Teresitas, la polémica operación de compraventa del frente de la playa del mismo nombre en la capital tinerfeña. Un “pelotazo de libro”, en opinión del Ministerio Público, que se saldó con condenas firmes de cárcel para los imputados, entre ellos el exalcalde Miguel Zerolo y los empresarios Antonio Plasencia e Ignacio González, y la obligación de devolver el dinero malversado. “Ha sido el caso con más repercusión que he llevado y el que más me ha costado personalmente. La sentencia del Supremo demostró que toda la investigación que llevé tenía razón”.
La fiscal jefa de Santa Cruz de Tenerife ha negado tener una fijación especial con casos en los que han estado implicados políticos de Coalición Canaria (CC), la formación que hasta mayo de 2019 había gobernado de manera ininterrumpida en las Islas durante casi tres décadas y que también ha manejado los resortes del poder en el ámbito municipal, principalmente en la isla de Tenerife. “La ignorancia es temeraria”, ha dicho Farnés antes de explicar que durante los años en los que ha ejercido en Anticorrupción ha acumulado “cantidad de condenas de personas de otros partidos políticos”. “Es cierto que los temas más sonados sí han estado relacionados con CC, pero es que ha ocupado la mayor parte de los ayuntamientos. Es más, podría contar investigaciones que hemos hecho y, si me preguntas de qué partido (son los investigados), probablemente no lo sepa”, ha agregado. La fiscal aclara que a lo largo de su trayectoria se han archivado más causas de las que se “han tirado para adelante”.
Farnés no considera que en Canarias haya mucha corrupción. “Hay mucha menos que cuando empecé. Ha habido casos que han contribuido a que la propia administración rebobine, vea su actuación e intente adecuarse más a la legalidad”, ha manifestado la representante del Ministerio Público, “no quiero demonizar a la clase política y administrativa, no toda es corrupta, hay gente que es muy buena gestora y lo hace a costa de sacrificio personal. A la que no lo es, la hemos sentado en el banquillo”.
Tampoco cree que predominen los delitos de Urbanismo en términos cuantitativos, aunque sí ha admitido que “hay bastantes”, como en “cualquier comunidad autónoma donde hay mucho turismo, se construye mucho y el terreno es limitado”, circunstancias que alimentan los intereses especulativos y la comisión de delitos vinculados a la ordenación del territorio.
La fiscal jefa de Santa Cruz de Tenerife reconoce que la justicia “es a veces justa y a veces no”, y sobre todo “lenta”, en especial en procesos complejos, en ocasiones por la carencia de medios materiales o humanos, pero también por la falta de especialización de los juzgados. Sin embargo, ha rechazado que haya una doble vara de medir. “Eso es una leyenda urbana, Yo no he observado en mi vida profesional, ni en mis compañeros ni en los jueces con los que he trabajado, ninguna vara de medir distinta en función de las personas”.
Farnés sostiene que cuando un profesional se pone la toga “deja en su casa” sus posiciones ideológicas y sus criterios personales. “La justicia es imparcial”, ha dicho la fiscal, que cree necesario un refuerzo de uno o dos fiscales para “poder investigar hechos delictivos”.
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