El activista tinerfeño Roberto Mesa, detenido este jueves por escribir en Facebook “los Borbones a los tiburones”, ha quedado en libertad provisional tras declarar ante el juez por un presunto delito de odio y en aplicación de algún precepto legal de la tan polémica y conocida como Ley Mordaza.
Este viernes ha declarado en el Juzgado de Instrucción número 1 de La Laguna ante el juez César Romero Pamparacuatro, en funciones de guardia, que tras escucharlo ha dispuesto su puesta en libertad provisional. No obstante, Mesa tendrá la obligación de comparecer ante la autoridad judicial cuando sea llamado.
El joven fue retenido este jueves en las dependencias de la Nacional en la avenida Tres de Mayo, en la capital tinerfeña; las fuerzas de seguridad lo esposaron y condujeron a Santa Cruz, desde su vivienda cercana de La Laguna y tras los comentarios vertidos contra la Monarquía, con motivo de la visita el pasado mes de marzo del rey Felipe VI a la capital tinerfeña.
El activista está recibiendo el apoyo de numerosos colectivos y personas que se han manifestado en contra de su detención. Este mismo viernes se ha celebrado una concentración en La Laguna, por fuera de los juzgados.
Varias organizaciones y colectivos, junto a Sara Mesa, hermana del detenido, han denunciado en rueda de prensa el “régimen dictatorial” en el que se halla España, un hecho que se considera que atenta contra el derecho fundamental de libertad de expresión.
Según subrayaron, la Policía entró a las 7.00 de este jueves 19 de abril “a patadas” en la casa de Roberto Mesa, despertando entre gritos a los habitantes de la vivienda. Reprochan a los agentes que ni siquiera respetaron el derecho a vestirse de las personas que se encontraban en otras habitaciones.
Aseguran que, en todo momento, las personas que se encontraban en la casa no entendían qué sucedía y contabilizaron en 13 el número de agentes que detuvieron a Mesa. Además, recuerdan que la detención del activista se suma a muchas otras que se han producido “contra la libertad de expresión”.
Los colectivos que lo apoyan definen a Roberto Mesa como un “luchador incansable” en multitud de reivindicaciones sociales. Sostienen que ha sido detenido por “visibilizar” la “injusticia” del Estado y advierten de una “persecución legal” para “amedrentar el espíritu de protesta”.