Un auténtico diálogo de besugos muy poco original
Ha sido otra tarde para las antologías del disparate, aunque sea en sede judicial tan vetusta e incómoda como la sala de audiencias del Tribunal Superior de Justicia de Canarias. Tocaba el turno de las periciales para demostrar o cuestionar que el audio completo rec004, grabado por el empresario Miguel Ángel Ramírez al juez Salvador Alba en su conspiración para acabar con la carrera de la jueza Victoria Rosell, haya sido manipulado con inserciones, o es auténtico y coherente en su hilo conductor. Y ante el tribunal estaban citados los dos peritos de la Guardia Civil que han dado por auténtica esa grabación, y el contratado por el juez Alba, de su entorno de Vox.
Lo vivido en la sala del viejo Palacio de Justicia de Las Palmas se ha acercado a un auténtico diálogo de besugos muy poco original. Ministerio Público y acusaciones han resaltado las explicaciones técnicas de los agentes de la Guardia Civil. Y en el caso de los abogados de las acusaciones, se ha cuestionado el auténtico currículo del original perito Hellín Rodríguez, con referencias a títulos de institutos americanos o asociaciones de expertos en criminalística, que ni figuran en el registro del Ministerio del Interior. “Deben de haber cambiado el nombre”, dijo el perito.
El interrogatorio al perito de parte ha rayado lo grotesco. Con evidentes muestras de incomodidad y desaprobación por parte de los agentes de la Guardia Civil ante lo que plasma en su informe Hellín Rodríguez: que si la voz de Alba no se corresponde a la suya (dijo haber hecho una prueba de voz ante notario y cuando se le cuestionó por qué no se incorporó a la causa respondió: “Eso es cosa de los abogados”); que si Alba no es Alba cuando hace una serie de afirmaciones categóricas como “esto me lo cargo”, en referencia al procedimiento iniciado por Victoria Rosell contra Ramírez por fraude fiscal; u otros pasajes donde los delitos de quien habla son más que evidentes, salvo que niegue que esa sea su auténtica voz original.
Pero uno de los momentos de revoltura en los asientos rígidos de la sala fue cuando todo un experto en audiciones y acústica simulaba no entender ni escuchar bien las preguntas que le formulaban las acusaciones. O no las escuchaba bien, sin simular. Reiteradas veces pidió que se las repitieran, hasta explicar que “es que oigo poquito por este oido”, señalándose el derecho, su oreja más cercana al estrado de los abogados de las acusaciones.
Todo eso sucedía en una primera parte contratante de preguntas por parte del fiscal, Vicente Garrido, y los abogados Antonio Marrero, Luis Val y Sandra Rodríguez. Hasta que llegó el turno de la segunda parte contratante de la defensa, sostenida de nuevo por Pedro Ayala aunque el director de la misma, Nicolás González-Cuéllar, abogado habitual de Salvador Alba y del exministro José Manuel Soria, estuviera también sentado en el estrado. A su oreja izquierda, el perito sí que respondió, paradójicamente, sin atisbo de duda a las preguntas de la defensa de su cliente.
Una de las penúltimas balas del juez Alba [este viernes tocan los informes finales, y sobre todo, la última palabra del acusado] se ha centrado en cuestionar la veracidad de la grabación de Ramírez. En su primera declaración, sin admitir preguntas de las acusaciones, Alba sostuvo que hubo más reuniones con Ramírez y el abogado que lo llevó hasta su despacho, Sergio Armario. En esas presuntas citas “colocaron un Iphone así de grande en mi mesa y me preguntaban insistentemente por el procedimiento” contra el empresario. Una manera de abrir la duda sobre si ese audio completo rec004 ha sido manipulado con conversaciones de varios días. O como sostiene por último, con voces falseadas que “sesean”, no como el juez que es cordobés... según su perito andaluz que seseó varias veces en sala.
Así, este jueves la cuestión troncal de la defensa contra los peritos de la Guardia Civil se ha centrado en mezclar conceptos: si un audio no es original, como sí han dado como posible los agentes porque ese rec004 podría provenir de otros audios, por no ser original ya no es auténtico. Falso de toda falsedad, han sostenido los dos peritos. Lo auténtico no significa que por fuerza tenga que ser original, que sea la grabación primaria de todas. Una copia del original puede ser tan auténtica como la primera. O incluso una edición del original (con sus cortes correspondientes como sucediera con los primeros rec001 y rec002 que Ramírez mutiló para no implicar a terceras personas, como el exministro José Manuel Soria y otros próceres de la Justicia española) puede ser perfectamente auténtica. Los peritos dejaron claro que siempre se decantaron por la hipótesis de autenticidad de las grabaciones, analizados todos sus parámetros técnicos.
Lo original del interrogatorio a Hellín Rodríguez es que la defensa se empeñó en calificar un “plín” que se escucha en la grabación entre Ramírez y Alba, como un auténtico artilugio en forma de voz humana para enmascarar un corte que oculta una manipulación. Hellín Rodríguez llegó a decir que lo que se escucha, antes y después de ese “plín” de voz humana, es “como si preguntara la hora y me respondieran con peras y morcillas”. Que nada tenía que ver lo que se hablaba antes, y lo que se seguía hablando justo a continuación del “plín”. Todo muy original y auténtico.
Porque lo que consta en la grabación, antes y después de ese “plín” auténticamente original de la voz humana del juez acusado, es que Ramírez no cambia de tercio ni Alba le pregunta por el desastre de la Unión Deportiva Las Palmas, nuestro equipo señero y sin par.
He aquí la transcripción:
M.A.R.: Vale, otra cosa: he cerrado la inspección 2009 antes de final de mes, pero no me valoran las horas, no me van a entrar en lo de las horas. Sabes que he removido Roma con Santiago para escapar de todo esto. Me falta que tú le des ahí la última puntilla.
S.A.M.: Plinnnnnn.
M.A.R.: Y salimos, y te lo digo de cariño, por eso que...
S.A.M.: Pues nos falta esto nada más.
M.A.R.: Y, entonces, yo declarando el viernes, el lunes te presento los papeles. ¿Tú el lunes estás de vacaciones ya?
S.A.M.: Estoy aquí, estoy aquí.
Plin.