La Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife ha impuesto la pena de dos años de cárcel a un hombre que aceptó haber dirigido un cayuco desde Senegal a Canarias con 50 personas.
La Fiscalía acusaba al procesado de un delito contra los derechos de los extranjeros o inmigración ilegal pero modificó su petición inicial al alcanzar con la defensa un acuerdo de conformidad.
Igualmente se acordó suspender la entrada en prisión del acusado con la condición de que no delinca durante dos años.
El condenado, de nacionalidad senegalesa, asume que trasladó de forma ilegal a España a 37 hombres y una mujer adultos y 12 menores, todos ellos de origen subsahariano.
Con este fin llevó a cabo el gobierno de una pequeña embarcación, propia para la pesca, que zarpó la noche del 5 de agosto de 2023 desde Senegal y fue detectada unos 6 días después cerca de las costas de Canarias.
En aquel momento la embarcación tenía el motor apagado y fue rescatada por una patrullera que la llevó a tierra firme sobre las ocho de la mañana del 11 de agosto.
Los migrantes declararon que el acusado organizó la travesía junto con otras personas no identificadas y que habían pagado entre 100 y 500 euros de media.
Una vez que estaban navegando, el condenado desempeñó las funciones de dirección y capitanía determinando la ubicación de los pasajeros, impartiendo órdenes de comportamiento, distribuyendo la comida y la bebida y amenazándolos con que no testimoniaran en su contra una vez llegados a las costas españolas.
La embarcación era de tipo cayuco, de madera enfibrada, de color blanco con 20 metros de eslora aproximadamente, cuya propulsión dependía en principio de dos motores, uno de ellos auxiliar.
El cayuco fue considerado “inidóneo por sus propias características” para el trayecto oceánico desde las costas africanas a las Islas Canarias.
En concreto, carecía de cualquier tipo de medida de seguridad relativa al almacenaje del combustible, chalecos salvavidas, medios de comunicación náutica, luces de posición y deflector de radar.
También disponía de escaso espacio para una travesía con 50 personas, al ir dispuestos en cuatro baldas transversales, con riesgo de naufragio por volcado en caso de movimiento interior, así como riesgo de colisión y abordaje dado que carecía de iluminación en un trayecto de elevado tráfico marítimo de buques.
“No obstante lo anterior, el acusado, conociendo estas circunstancias, se puso a los mandos con el consiguiente riesgo para la vida, salud e integridad física de los ocupantes, quienes durante la travesía carecieron de la comida y bebida necesarias para sobrevivir a la misma”, indica el fallo judicial.
El patrón acepta que realizó indistintamente, labores de navegación, tales como manejo de los motores, del timón y dirección de rumbo mediante sistema GPS, además del mando en la embarcación, impartiendo instrucciones y órdenes al pasaje.
El hombre fue privado de libertad por esta causa el 12 de agosto de 2023 al promover la entrada en España de extranjeros sin la correspondiente documentación.