La jueza de Violencia sobre la Mujer de Telde, Virginia Peña, ha procesado al exconcursante de Gran Hermano el Yoyas por tres presuntos delitos de maltrato habitual, un delito continuado de amenazas, un delito leve de amenazas y por otro delito continuado de vejaciones injustas hacia su mujer y sus dos hijos.
El órgano instructor ha notificado a las partes esta semana el auto que transforma las diligencias previas abiertas en enero del año pasado contra Carlos Navarro en procedimiento abreviado. Es decir, tras una larga investigación en la que se ha tomado declaración a las partes, se ha explorado psicológicamente a los menores afectados y se han escuchado las grabaciones telefónicas aportadas. La magistrada entiende además que hay indicios racionales de criminalidad contra el investigado (lo que en un procedimiento ordinario se correspondería con un auto de procesamiento).
La jueza da traslado de su decisión al Ministerio Fiscal y a las acusaciones particulares personadas en el procedimiento para que en el plazo de 10 días formulen escrito de acusación, ya sea solicitando el archivo de las actuaciones o la apertura de juicio oral. Si el Ministerio Público presenta cargos, el imputado, de forma inapelable, se sentará en el banquillo de los acusados en una vista oral.
El exconcursante de Gran Canaria fue detenido el 10 de enero de 2018 en la casa de su ahora expareja en Agüimes (Gran Canaria, Las Palmas) tras una denuncia por presunto maltrato de ésta, y desde entonces se encuentra en libertad provisional. Actualmente, reside en Barcelona y tiene prohibido cautelarmente comunicarse o acercarse a su ex pareja y a sus hijos.
El auto notificado esta semana considera que la investigación ha evidenciado indicios racionales de criminalidad contra C.N.M., “quien durante la relación matrimonial con la denunciante, mientras convivían en Barcelona, con ánimo de menoscabar la integridad física de ésta, en varias ocasiones la golpeó dándole puñetazos y patadas, llegando a ponerle un ojo morado en una ocasión, y en otra a amenazarla con clavarle el mechero, además de vejarla habitualmente” con insultos de todo tipo.
La instructora afirma que el acusado violentaba a su mujer en presencia de los dos hijos comunes menores de edad, “quienes también han sido objeto de continuas vejaciones por parte de su padre”.
El auto agrega que en el verano de 2017 la denunciante y sus dos hijos menores se instalaron a vivir en Gran Canaria, donde ella había reanudado su vida sentimental con una nueva pareja. “Una vez que el investigado tiene conocimiento de esta nueva relación, comienza a llamar de forma continuada a sus hijos para controlar a su exmujer”.
La resolución detalla además que entre el 10 y el 11 de enero del año pasado, entre llamadas salientes, entrantes y perdidas, el acusado contactó o intentó contactar por teléfono móvil con sus hijos en más de 56 ocasiones.