El ex director general de la Radio Televisión Canaria, Guillermo García-Machiñena, ha asumido ante la juez de Instrucción Número 4 de Santa Cruz de Tenerife ser el único responsable de las contrataciones millonarias a la productora Amanecer Latino, de Francisco Padrón, durante las casi tres horas en las que este miércoles ha declarado como imputado por malversación de caudales públicos, tráfico de influencias, y prevaricación.
Guillermo García afirmó, tanto a Canarias Ahora antes de entrar en el juzgado, como después, ante la magistrada María Lorenzo Cáceres Farizo, que la responsabilidad de la contratación de los 260 programas dedicados a estrellas del deporte canario, fue responsabilidad exclusivamente suya, sin la orientación o consejos de otras personas. “Uno tenía una idea de la televisión que quería hacer. Que fuese lo acertado o no es por lo que estoy aquí”, afirmó.
Asimismo, a preguntas de la magistrada y de la acción popular, que ejerce Izquierda Unida Canarias a través del abogado José Pérez Ventura, García-Machiñena negó que esas contrataciones se debiesen a “indicaciones directas” de Paulino Rivero u otros miembros del Gobierno.
La declaración del ex director del ente público duró cerca de tres horas, asistido por el letrado Rafael Castro. Fue preguntado por el coste de los programas, que supusieron 1.639.800 euros, en cinco contratos idénticos efectuados entre febrero y septiembre de 2008, y que sirvieron para que Padrón pudiera saldar una deuda con la Seguridad Social de 1.314.933,94 euros desde 2006, por lo que la Policía Judicial sospecha que pudo haber un pacto entre Padrón y Guillermo García para ayudarle a saldar esa deuda.
Ese precio (cerca de 7.000 euros por cada uno de los reportajes, de media hora de duración), fue considerado “adecuado a la oferta del mercado” por García-Machiñena, aunque en la investigación policial que ha dado lugar a la apertura de las diligencias previas no consta que hubiese estudios económicos o de esa oferta de mercado.
“Todo fue lícito”
El periodista y productor Francisco Padrón, que ya había realizado los programas para su televisión local Canal 7, y que los revendió a la Televisión Canaria, también fue interrogado exhaustivamente por la magistrada de Instrucción Número 4 como imputado en delitos de malversación y tráfico de influencias. Entró en el juzgado a las 10.10 horas y salió después de las 13.15 horas.
Su abogado, Ángel Isidro Guimerá, negó que hubiese habido reuniones en la vivienda de Paulino Rivero para ayudar a Padrón a saldar su deuda con la Seguridad Social. “Todo fue lícito”, afirmó el letrado, quien añadió que las producciones de Padrón “eran las más baratas del mercado”.
En cuanto a la malversación de caudales públicos, añadió que “no cabe ese delito porque cliente no manejaba ese dinero”. Para finalizar, puntualizó que va a pedir el sobreseimiento de la causa y que, una vez obtenido, ejercerá acciones legales por el atentado al honor de Padrón.
No es esa la visión de Pérez Ventura, quien manifestó a la prensa que “ha quedado claro que el precio por cada programa fue verbal y pactado, como si se tratase de una tarifa plana. Además, los contratos se debieron a una decisión unilateral, sin que se estudiaran ofertas de otras productoras y sin que hubiese concurso público”.
Este jueves debe declarar Lourdes Reyes, ex directora financiera del ente público y quien autorizó los pagos a Padrón, que fueron abonados directamente a la Seguridad Social.