Raúl D.C, marido de Romina Celeste, la primera mujer víctima mortal de violencia machista en 2019 en Canarias, será juzgado por los delitos de homicidio, malos tratos habituales, profanación de cadáver y por simulación de delito. Son los cargos que ha presentado la Fiscalía. El acusado será juzgado por un jurado popular.
El Juzgado número 1 de Arrecife ha dado por terminada la primera fase de la instrucción de la causa, al dictar un auto en el que dispone que comience a prepararse un futuro juicio ante Jurado, al apreciar la existencia de un delito de su competencia (homicidio).
La joven fue asesinada en la madrugada de Año Nuevo de 2019 en su casa de Costa Teguise (Lanzarote), en unas circunstancias que se desconocen, porque su esposo quemó el cadáver, lo descuartizó, lo arrojó al mar y, días después, acudió a un cuartel de la Guardia Civil a denunciar su desaparición.
La Fiscalía no comparte el testimonio del acusado, quien aseguró en su declaración policial que él no mató a la joven, sino que solo discutieron y que se encontró el cadáver, por lo que se deshizo de él.
La pareja comenzó su relación en 2017 y en 2018 contrajeron matrimonio. Según la Fiscalía, entre el 27 y el 29 de diciembre del pasado año, la mujer sufrió una agresión que le causó importantes lesiones, lo que hizo que tuviera que acudir a Urgencias del Hospital Insular de Lanzarote aunque no fue atendida porque el hombre acudió a buscarla y se la llevó al domicilio familiar.
La Fiscalía también sostiene que el 31 de diciembre de 2018 el encausado “dio muerte de manera voluntaria” a su pareja y que deshizo del cadáver, que quemó y desmembró en el interior de la vivienda, valiéndose para ello de otras herramientas, de una barbacoa y que introdujo en bolsas las partes del cuerpo. Dichas bolsas, las introdujo en un vehículo que había alquilado para ello y lo arrojó al mar, de forma que el 5 de enero de 2019 sólo apareció “el pulmón de la víctima”.
El día 8 de enero, el hombre se acercó a la Comandancia de la Guardia Civil de Costa Teguise y denunció la desaparición de Romina.
Según recoge la agencia Efe, el 13 de enero, la Guardia Civil detuvo a Raúl D.C, tras interceptar una conversación telefónica en la que contaba a un familiar cómo se había deshecho del cadáver de Romina, cuando hasta ese momento había manifestado que no sabía que le había pasado a su mujer.
Los agentes buscaron durante días su cuerpo por la costa de Lanzarote, sin éxito hasta febrero, cuando se encontró un fragmento de tejido humano que resultó ser un trozo de pulmón con el ADN de la joven.