“Las rumanas, todas putas”, machismo en la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas
El juez Salvador Alba, investigado por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) por la presunta comisión de varios delitos, ha aportado en una causa en la que figura como denunciante una grabación de 24 minutos de duración que recoge una conversación entre los cuatro magistrados que conforman la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Las Palmas. Alba grabó a sus compañeros el pasado 23 de septiembre mientras departían en el office de este tribunal, en la quinta planta de la torre tres de la Ciudad de la Justicia de Las Palmas de Gran Canaria.
El audio ha sido incorporado a la denuncia que Alba interpuso contra el empresario Miguel Ángel Ramírez después de que este divulgara el contenido de otra grabación en la que se les escucha a ambos conspirar para perjudicar a la entonces magistrada en excedencia y diputada de Podemos por la provincia de Las Palmas Victoria Rosell. Alba amplió este miércoles su denuncia y señaló a uno de sus colegas, Carlos Vielba, a quien trata de incriminar por mantener una reunión con el empresario para acabar con las acusaciones cruzadas.
En un momento de la conversación grabada por el juez, uno de los magistrados presentes profiere expresiones machistas y xenófobas. “Y todas las rumanas, putas”, llega a exclamar sin que el exabrupto parezca alterar lo más mínimo a sus compañeros, que no hacen ningún comentario de desaprobación. En la charla intervienen, además de Alba, Emilio Moya, presidente de la Audiencia Provincial de Las Palmas, Carlos Vielba y José Luis Goizueta. Según ha podido saber este periódico, uno de ellos será destinado en breve a la Sección Segunda del órgano judicial provincial, que revisa los casos de violencia de género.
En esta nueva grabación, los cuatro magistrados departen de forma informal sobre varios procesos judiciales, entre ellos el caso Unión, la mayor trama de corrupción de Canarias, hasta que la conversación deriva en el cobro en propiedades (apartamentos, pisos, coches...) de los honorarios de determinados abogados. “Lo ha puesto en alquiler a 60 euros el día. Y le vienen los rusos. Lo tiene todo el año alquilado, macho”, comenta uno de los jueces antes de que otro explique que “un pibón” le alquiló un apartamento para un curso en París que le costó “2.000 pavos”.
Debido a la imposibilidad de reconocer plenamente la identidad de dos de las voces que intervienen en la conversación, nos referiremos a ellos como Magistrado 1 y Magistrado 2:
Magistrado 1: Yo estoy acojonado en el colegio. En el colegio hay rusos. Entra un ruso y tiene una pinta de mafioso... Jovencito.
Magistrado 2: Habrá de todo, joder, en Rusia.
Magistrado 1: En Rusia, sí, pero fuera de Rusia y jovencitos, unos mafiosos. Y todos los italianos del sur, todos, mafiosos, todos, de Roma para abajo.
Salvador Alba: En clases de judo una vez había un rumano, que había sido campeón de Rumanía.. Estando en el juzgado de lo penal, una vez me lo veo en el pasillo, subiendo con la Guardia Civil, con los grilletes puestos… (Risas)
Magistrado 1: Y todas las rumanas, putas. (Inaudible) ¿Tú pondrías a un albano kosovar en tu casa, a cuidar de tus hijos? ¿No? Pues lo mismo.
Magistrado 2: Depende.
Magistrado 1: ¿A un albano kosovar?
Magistrado 2: Si lo conozco y es amigo...
En este momento, Emilio Moya interrumpe y comienza a hablar de otros temas judiciales hasta que los magistrados abandonan la sala donde ha tenido lugar la conversación.
Posteriormente Alba y Vielba se dirigen al despacho de este último y conversan acerca de las condiciones que el empresario Miguel Ángel Ramírez habría impuesto para sellar la paz con el magistrado con el que se reunió el 16 de marzo para conspirar contra Rosell.
La grabación aportada por Alba ha causado estupor e indignación en la judicatura canaria.