La COVID dispara el déficit del transporte urbano de Santander y retrasa la aprobación de los presupuestos

La caída drástica del número de usuarios del transporte público y la incertidumbre sobre el Fondo de Transportes que aprobará el Gobierno Sánchez, vía presupuestos del Estado, son las causas oficiosas del retraso en la presentación de los presupuestos municipales de Santander que por primera vez en varias legislaturas no entrarán en vigor el 1 de enero.

Según las estimaciones ddel propio Ayuntamiento hechas el pasado año, 2020 iba a ser un año en que el TUS seguiría siendo deficitario, pero no a la escala que va a suponer la COVID. El presupuesto para 2020 rondaba los 23 millones de euros. Se preveía ingresar 10,2 millones al transportar a 19 millones de viajeros. El déficit preCOVID estimado entonces era de 12,9 millones, dado el uso gratuito y las bonificaciones que se aplican a miles de ciudadanos y el 'precio político' que se aplica anualmente y que hace que el billete de autobús apenas cubra la mitad de lo que realmente debiera costar.

No obstante, el déficit al cierre de este año se va a disparar. Fuentes municipales indicaron al respecto que la ocupación de los autobuses urbanos ronda el 60%, dadas las limitaciones de aforo que se llevan aplicando meses. Aunque no se ha cuantificado, las pérdidas en consecuencia serán cuantiosas, ya que el número de pasajeros ha caído un 40%.

No obstante, el problema ahora no es tanto afrontar ese nuevo déficit sino quién lo pagará en todo o en parte. El ejecutivo local está a la espera de que se aprueben definitivamente los Presupuestos del Estado, que actualmente han pasado al Senado tras el visto bueno inicial del Congreso, para saber cómo quedan los fondos COVID que proporcionará el Gobierno Sánchez a los municipios. Entre esos fondos hay uno destinado específicamente al Transporte y cuya concreción está demandando insistentemente la Federación Española de Municipios. Visto que no se va a habilitar vía decreto ley se espera a la aprobación definitiva de los Presupuestos del Estado, lo que está haciendo que por primera vez en lustros Santander no contará con un presupuesto propio en vigor el 1 de enero.

La paradoja es que el Ayuntamiento se encuentra en un buen estado de liquidez. Tiene desbloqueado el uso ya de remanentes, que son 60 millones de euros de los que puede disponer. Ya lo ha hecho en parte. Ha aprobado una fiscalidad para el próximo año más baja que en 2020 y también ha decidido destinar 12 millones a amortizar la deuda. Quedaría margen más que suficiente para afrontar el nuevo déficit del TUS, pero lo que no se sabe es cuántos fondos para el Transporte llegarán desde Madrid. Ese es el motivo oficioso por el que Santander no cuente todavía con un borrador presupuestario, algo que ya demanda insistentemente la oposición, sobre todo el PSOE.