“Tenemos muchísimas barreras que traspasar para hablar realmente con nuestro propio discurso”
A Eduardo Casanova le conocimos como actor con apenas 14 años como Fidel Martínez en la serie 'Aida'. Sin embargo, la verdadera inspiración la encuentra a la hora de escribir y descubrir espacios ficticios escondidos en su imaginación para, después, plasmarlos en la pantalla. Ahora, con 26 años, toda su energía está enfocada en ser él, quien crea y dirige películas trasgresoras e innovadoras, que rompen los cánones impuestos en el mundo audiovisual español.
Continuando con su escatológico cortometraje 'Eat my Shit', Casanova sacó a la luz en febrero de 2017, con Álex de la Iglesia como productor, 'Pieles', una creación cinematográfica que por fuera envuelve al espectador en su feliz color rosa, mientras que por dentro lo atrapa con una historia dura y llena de lecciones de vida. Cinco meses después de su estreno, este miércoles 12 de julio, la extravagante historia, que tiene como protagonista a una mujer con la cara malformada, a una prostituta sin ojos o a un joven que desea cortarse las piernas para ser una sirena, llega a Cantabria, concretamente, al Casyc Up en Santander, de la mano de La Llave Azul.
¿Cómo se siente con este primer largometraje?
Me siento muy feliz. Cuando uno hace una película pasa por muchos procesos diferentes y ahora mismo estoy en el más dulce, en el que la gente que quiere y tiene ganas de ver la película, va a verla y te cuenta qué le ha parecido. Está siendo increíble porque todo el mundo está disfrutándola mucho, los cines se están llenando y para mí es una alegría muy grande que se estrene en Santander, donde sé que hay mucha gente que la quiere ver y donde tengo muchos amigos. Me hace muchísima ilusión.
¿Se esperaba está acogida tan abrumadora de 'Pieles'?
La verdad es que no. 'Pieles' ha sido una sorpresa en general. Necesitábamos otro milagro: que funcionase, y lo ha hecho. Digamos que es como una película viral, como los vídeos o fotografías virales que compartimos por el móvil. Nace en un lugar muy pequeño y sola se ha convertido en un fenómeno. Todo ello gracias a que la gente ha ido al cine y fuera se ha visto por todos los sitios, en 190 países. Yo no me esperaba todo lo que está pasando, no sé de qué es producto, pero el público es maravilloso. Me siento como un cantante de pop, como Alejandro Sanz o Malú. De repente tengo fans y, la verdad, estoy encantado.
¿Qué diría a la gente de Cantabria para que se anime a verla?
Lo primero, viva Cantabria. Lo segundo, 'Pieles' ha tardado en llegar a Cantabria y no ha llegado por nada, ha llegado porque Cantabria necesita y se merece verla. 'Pieles' es una película completamente diferente, es una experiencia.
Ha dicho en alguna ocasión que la intención no era escandalizar, pero, al final, con este tipo de creaciones extravagantes, siempre deja con la boca abierta. ¿Con qué intención se hizo esta película?
Sí, es verdad. No es una intención de base. Yo no me siento delante de mi ordenador y digo: “Voy a provocar a la gente”. Yo he contado mi historia, y la verdad es que la historia provoca mucho. Pero también creo que es el éxito de la película, porque si no lo tuviera, no estaría triunfando. La gente tiene ganas de ver algo que no haya visto antes, que les vaya a remover y que vayan a flipar. Es muy difícil hacer una película así en España, esta es la provocación. Es algo que cuesta y no se ha hecho nunca. Por eso merece la pena ir a verla.
¿Se ha encontrado con piedras u obstáculos en el camino para hacer esta película?
Me he encontrado con más cosas a favor que con piedras. La verdad es que la mitad de las piedras me las ha puesto mi paciencia. Tenía muchas ganas de hacer la película y, para mí, esperar un minuto era como esperar un año, no podía soportarlo. Tenía la necesidad de sacar ya la película. Pero la verdad, casi todo ha ido a favor, para mi sorpresa. He tenido los mejores productores, los mejores actores, la taquilla ha ido muy bien, las salas se han llenado y ha estado en uno de los mejores festivales del mundo como es la Berlinale. Es una suma de cosas a favor en 'Pieles'.
En alguna ocasión ha dicho que la película critica la censura...
La película en realidad no critica, sino que expone y, por eso, puede ser tan fuerte. 'Pieles' no hace ningún juicio de valor. La película expone lo que sucede con la censura, con la obsesión por el físico o lo que supone ser mujer en una sociedad misógina. Pero lo expone de una forma tan radical, que provoca y fascina. Digamos que, en realidad, no hay ninguna intención de crítica social, sino que la película te deja que tú critiques lo que quieras. Si la película tiene una regla, es la libertad a la hora de hacerla, de montarla y, sobre todo, libertad para el público, la que más nos importa. La libertad de que el público decida cuál es el discurso y la conclusión.
Relacionado con esto, ¿se ha sentido alguna vez censurado?
No, la verdad es que no sería justo por mi parte que yo dijese que me he sentido censurado en algún momento. Insisto, he hecho 'Pieles', que tiene todo lo que se puede censurar. Realmente, yo siempre he hecho lo que me ha dado la gana, con trabajo y esfuerzo evidentemente, y no me he sentido censurado nunca. Si es verdad que, por los temas que toco como realizador o por mi personalidad, a veces la gente dice: “No”. Pero, siempre va a haber gente que te quiera escuchar y gente que no.
¿Cree que en la sociedad española hay mucha autocensura?
Yo creo que, en lo humano, hablando en términos internacionales y mundiales, nos autocensuramos. Tenemos muchísimas barreras que traspasar para hablar realmente con nuestro propio discurso, hablar realmente con nuestra propia boca. De hecho, el personaje de Samantha, que tiene un ojete en vez de boca, es la metáfora de esto: muchas veces hablamos mierda porque nos autocensuramos a nosotros mismos. También creo que la sociedad española no es especialmente autocensora, sino todo lo contrario. Nosotros nos ponemos el mundo por montera. Me refiero a la sociedad, no a la política, hablo de la gente que nos interesa y a la que pertenecemos. Creo que hablamos bien claro, nos manifestamos, gritamos, eso es algo que valoro mucho del carácter español y con lo que me identifico. Es algo que tiene 'Pieles', esa forma tan frontal de decir las cosas, de decir “esto me gusta” y “esto no”. Aun así, autocensura siempre hay y 'Pieles' es una película que te ayuda a no hacerlo. Cuando terminas de verla, te sientes más libre.
En cuanto a la estética, llama bastante la atención los colores que utiliza en una película tan cruel. ¿Qué me puede decir de eso?
Evidentemente me gusta, tengo una obsesión por el color rosa. Pero, la película te habla de cosas muy crueles en algunos momentos y me parecía que tenía mucha más crueldad si, en vez de envolverlo de negro, lo envolvía de rosa, porque es irónico. El color cumple una función de envolver algo horrible y cruel de color rosa.
¿Cómo se ha sentido al trabajar con una persona con tanto recorrido como Álex de la Iglesia?
Trabajar con Álex de la Iglesia como productor es muy fácil porque es un director y entiende a la perfección todo lo que necesitas y pides. No es como un productor al uso, él entiende que cuando pido un capricho, no lo es, sino que lo necesito de verdad. Lo entiende porque él también dirige y eso está muy bien.
Para acabar, ¿tiene algún proyecto entre manos?
Estoy escribiendo mi próxima película, a ver qué tal acabo.
¿También nos sorprenderá?
Eso lo tendréis que decidir vosotros el año que viene, que es cuando espero poder sacarla. Aunque yo creo que sí.