Desde hace más de una década, un grupo de arqueólogos, dirigidos por Eduardo Peralta está excavando en La Loma (Montaña Palentina) lo que ya se considera el asedio romano más importante de las Guerras Cántabras. La abundancia de material ha permitido al equipo de arqueólogos reconstruir el asedio de un 'oppidum' o castro cántabro, que finalmente fue arrasado por las tropas de Augusto. El dispositivo de asedio, y que se está excavando, consta de fuerte principal, fuertes secundarios y murallas. Enterrados bajo los pies, 2.000 años de historia vuelven a la luz con la forma de los más variados objetos.