Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Feijóo confía en que los jueces tumben a Sánchez tras asumir "los números"
Una visión errónea de la situación económica lleva a un freno del consumo
OPINIÓN | La jeta y chulería de Ábalos la paga la izquierda, por Antonio Maestre

“La improvisación en el sistema sanitario era asumible el año pasado, pero no en el segundo año de la pandemia”

UGT denuncia que los ratios de Enfermería en la UCI COVID se cubren precariamente.

Javier Fernández Rubio

0

Gustavo Fuentes, responsable desde julio de Sanidad de la Federación de Servicios Públicos de UGT en Cantabria, lo tiene claro: el sistema sanitario en la comunidad autónoma está lastrado por la falta de personal a lo que los directivos del Servicio Cántabro de Salud (SCS) y de la Consejería de Sanidad responde “improvisando” sobre la marcha, o como lo define gráficamente, “poniendo parches”.

Según el sindicalista, esa improvisación es evidente, algo que “era asumible el año pasado, pero no en el segundo año de la pandemia”. “No es serio que te convoquen en julio para atajar problemas que ya se daban en junio. Nos da la sensación de que no hay una planificación”, añade.

A la falta de personal estos meses hay que sumarle los períodos de descansos y la necesidad de asistir a una mayor población flotante, con un hospital como Valdecilla que vuelve a cerrar plantas como todos los veranos para compensar las vacaciones del personal. El resultado es una mayor tensión laboral, con la pandemia del coronavirus como telón de fondo.

El sistema está “tensionado”, indica Fuentes, con categorías que “no existen en la práctica” y bolsas de empleo agotadas como en el caso de Enfermería. Hay problemas para cumplir los ratios, como en la UCI, en donde ha de haber una enfermera por cada dos camas y este ratio es difícil de mantener en la actual situación. A su juicio, los problemas se solventan sobre la marcha. “Por ejemplo, el pasado fin de semana hubo que pasar gente [de Enfermería] de Polivalente a la UCI pero tuvieron que volver a su lugar de origen porque hubo un accidente importante”.

El agotamiento mental de los profesionales en todos los servicios tras año y medio de COVID-19 viene reflejado en un exceso de jornada que se mantiene más allá de la coyuntura de cada momento. Hay que tener en cuenta, además, que la atención sanitaria en una planta hospitalaria COVID es superior a la de una planta convencional. No se pueden desplazar enfermos en cama por lo que son los aparatos portátiles los que se desplazan a las plantas.

“El personal del SCS tiene un exceso de jornada laboral. En 2020 la hubo y en 2021 la habrá. Y nadie sabe cómo se va a pagar eso”, indica el sindicalista de UGT. Sin embargo, según defiende, no se trata tanto de dinero como de compensar con tiempo libre. Los excesos de jornada no se pagan desde 2020, afirman en UGT. En Enfermería hay personas con 120 o 140 horas de exceso de marzo a mayo de 2020 aún pendientes de compensar, pero “la gente habla más de tiempo de descanso que de compensación económica”, asegura Fuentes.

Ante las demandas sindicales la respuesta que se les traslada desde la Administración siempre es la misma: “Ni hay personal ni hay dinero”.

Tensión del sistema y bajas laborales

“Como el sistema está tensionado, crecen las bajas ”, asegura. También la precariedad se traduce en una mayor litigiosidad de los profesionales. En verano además se juntan las vacaciones del personal -sobre el tope del 30% de la plantilla en los meses de estío- con la mayor demanda asistencial de la población flotante que soporta Cantabria estos meses.

Cuesta cubrir los turnos de los servicios y “se cierran plantas, que es la única manera de dar vacaciones”. También se recurre habitualmente a las 'peonadas', un complemento extraordinario de trabajo denominado técnicamente 'programa especial'. Los programas especiales se siguen dando. El 27 de junio pasado se reunieron Administración y sindicatos para un programa especial compensado como hora ordinaria. Los sindicatos se levantaron de la mesa.

“Tenemos la sensación de que se nota que quedan dos años de legislatura y que no hacen más que preguntarse: ¿Cómo acabará todo esto? Lo cierto es que no existe una hoja de ruta”, concluye Gustavo Fuentes.

Etiquetas
stats