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Las obras del nuevo Centro Asociado Reina Sofía se licitarán dentro de dos meses

Antiguo edificio del Banco de España en Santander (Archivo)

Javier Fernández Rubio

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El Ayuntamiento de Santander está ultimando el prolegómeno de la ejecución del Centro Asociado Reina Sofía-Archivo Lafuente en el edficio del Banco de España con intención de comenzar las obras antes de que acabe el año, ocho años después de que comenzara a pergeñarse el proyecto.

Tras conocerse el informe favorable de la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico que daba luz verde a la compra del Estado de la colección integrada por 130.000 documentos de alto valor histórico y artístico, el proyecto tiene su próximo hito dentro de dos meses cuando se licite la obra, de tal modo que se espera tener la maquinaria trabajando ya en el inmueble y su entorno antes de que acabe el año.

El Ayuntamiento ya dispone de un proyecto básico, que ha redactado la UTE Voluar Arquitectura-CeroArquitectura y también se ha aprobado la modificación puntual del planeamiento vigente que permitirá la intervención en un edificio catalogado que además pasará de ser entidad financiera a museo.

Tres miradores

El centro de la capital tendrá dentro de unos meses una gran actividad constructuiva: están en marcha las obras del Espacio Pereda, la reforma de la biblioteca Menéndez Pelayo, la nueva Biblioteca Municipal y la rehabilitación del Museo de Arte de Santander (MAS), por no contar con el vaciado y reforma del antiguo Banco Mercantil. A todo ello se sumará la reforma del Banco de España.

Como ya es habitual en las obras de este tipo de espacios, tendrá en su azotea un mirador, que rivalizará con el ya dispuesto encima del Centro Botín y el que tendrá el futuro museo del Banco Santander.

Se ha pretendido darle un carácter novedoso a la futura sede del Reina Sofía: tendrá una nueva tipología museística voluble, con recorridos diferentes y una gran versatilidad. Se conservará el diseño neoclásico del edificio, pero se realizará un interior lo más flexible y adaptable posible, lo que permitirá acoger cualquier programa, con un nuevo sistema estructural, que destinará la planta baja en su totalidad al área expositiva.

Los redactores del proyecto han considerado que la planta semisótano ha de convertirse en el acceso habitual y cotidiano. Su composición será simétrica, con un gran espacio central o ágora, y dos accesos principales del edificio: el peatonal, desde la fachada principal, y el de mercancías, en la fachada trasera.

Se recuperarán todos los ventanales originales de planta semisótano, algunos de ellos actualmente cegados, permitiendo una iluminación y ventilación natural a la totalidad de los usos previstos y se construirá una nueva planta sótano para los almacenes generales.

La planta primera se destinará en su totalidad al Archivo Lafuente; y en la segunda, a modo de gran caja cerrada, se controlará y regulará con gran precisión los diferentes archivos, mientras que, en la cubierta, al aire libre, se instalará un mirador y otro tipo de exposiciones.

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