“Se hace curioso, diría que incluso parece sorprendente, pero han cumplido todo lo que habían acordado con nosotros”, asegura el presidente de la patronal cántabra, Lorenzo Vidal de la Peña, en su valoración de los primeros 100 días del bipartito PRC-PSOE. Un balance “muy positivo” en el que coinciden también los líderes de los sindicatos mayoritarios en la comunidad autónoma, María Jesús Cedrún (UGT) y Carlos Sánchez (CCOO), que aplauden la “disposición al diálogo” que han mostrado los nuevos responsables del Gobierno de Cantabria.
Las centrales sindicales y los empresarios reconocen la “mano tendida” que se han encontrado después de una etapa de “sequía e imposición” durante la pasada legislatura, con Ignacio Diego (PP) al frente del Ejecutivo autonómico y apuestan por llevar hasta el extremo la colaboración institucional entre todas las partes, al tiempo que se escuche su voz en la elaboración de los próximos presupuestos para 2016.
“Las elecciones se celebran cuando tocan y lo cierto es que el Gobierno ha estado haciendo cosas de extrema urgencia con un presupuesto cerrado que no es el suyo”, justifica el secretario general de Comisiones Obreras. Carlos Sánchez valora algunas de las medidas tomadas en estos primeros meses en la lucha contra la desigualdad o con la intención de aumentar la protección social, aunque lamenta que, en algunos casos, la precipitación haya provocado el anuncio prematuro de una serie de iniciativas que todavía no se han puesto en práctica.
Sánchez también explica que PRC y PSOE han cumplido las promesas hechas en campaña a patronal y sindicatos en relación a la recuperación del diálogo social y apunta a “un cambio de actitud evidente”. “Ya ha habido progresos. Espero que sigan cumpliendo su palabra”, advierte en declaraciones a eldiario.es.
Como crítica, el máximo responsable de CCOO en Cantabria señala hacia “una cierta precipitación” en la toma de decisiones y cuestiona el rumbo que han tomado las conocidas como políticas activas de empleo. “La formación se sigue haciendo con una venda en los ojos. Esta es la última vez que damos nuestro voto de confianza al Gobierno en este terreno”, asegura.
Por parte de UGT, María Jesús Cedrún opina que lo mejor de este Gobierno, desde el punto de vista sindical, es “su disposición para escuchar los problemas de los trabajadores y atender nuestras principales reivindicaciones”. En este sentido, la secretaria general del sindicato alaba el interés por el diálogo social, que se ha concretado en un acuerdo global que espera que vaya dando sus frutos en los próximos meses.
Sin embargo, no todo en la valoración es positivo. Cedrún critica una “cierta lentitud” en la resolución de algunos conflictos. “Lo peor es el volumen de trabajo que tienen encima de la mesa, que les ha hecho no ser demasiado ágiles”, reflexiona. Con una excepción: “El Servicio Cántabro de Empleo ha conseguido convocar con urgencia las órdenes de escuelas taller y casas de oficio, entre otras cosas, que son muy importantes y que estaban sin ejecutar”, explica.
“Hace falta una hoja de ruta”
También hay satisfacción entre el empresariado cántabro, representado por Lorenzo Vidal de la Peña. El presidente de la patronal tomó posesión en el mes de enero y su coexistencia con el Gobierno de Ignacio Diego fue muy limitada. Su papel en estos meses, como explica siempre que tiene ocasión, ha sido “recuperar el espacio” que la organización que dirige había perdido por sus luchas internas y por la nula labor de reivindicación de sus antecesores.
Desde su punto de vista, es “imprescindible” que los agentes sociales participen en el diseño del futuro de Cantabria, por lo que reclama “poder participar” en todas aquellas áreas estratégicas de la gestión del Ejecutivo. “Lo que nos hace falta es una hoja de ruta, sin intereses partidistas, que implique a todos y que nos permita mejorar las condiciones económicas y sociales de todos los ciudadanos”, afirma.
En la lista de 'méritos' del Gobierno que lideran Miguel Ángel Revilla (PRC) y Eva Díaz Tezanos (PSOE), el presidente de CEOE-Cepyme enumera la recuperación de la concertación social, la implicación de todos los consejeros en el diálogo social, su apuesta por la formación o el establecimiento de una serie de ejes estratégicos como el empleo, la cohesión territorial y el cambio de modelo productivo que han pactado previamente con patronal y sindicatos.
“Los presupuestos serán la prueba de fuego de esas buenas intenciones. Tenemos la costumbre de ponernos la venda antes de tener la herida y yo no voy a entrar en esa dinámica. Vamos a aplaudir todo aquello que se está haciendo bien”, subraya Vidal de la Peña, que reconoce que, hasta el momento, “se están salvando las dificultades añadidas que supone gestionar un bipartito”.
Como único punto negro de su gestión señala hacia la convocatoria esta semana de la Mesa Forestal, donde la Consejería de Medio Rural, Pesca y Alimentación no convocó a sindicatos y patronal, saltándose los protocolos de actuación que habían acordado, lo que ha provocado un cierto “malestar” que intentarán resolver esta próxima semana para reconducir la situación.