Buruaga trata de cautivar a Vox en su investidura: apela al “diálogo sin vetos” y hace guiños a su marco ideológico
María José Sáenz de Buruaga (PP) es consciente de que será -previsiblemente- desde este lunes presidenta de Cantabria con un Gobierno en solitario pero en minoría. Y es que la abstención del PRC en la investidura que ha arrancado este jueves únicamente servirá para que el nuevo Ejecutivo del PP eche a andar, y por delante vendrán cuatro años en los que necesitará recabar más apoyos que los de sus 15 diputados en el Parlamento para aprobar, entre otras leyes y medidas, las cuentas regionales.
Es por ello que la candidata popular que relevará a Miguel Ángel Revilla al frente del Ejecutivo autonómico ha tratado de cautivar a Vox en el discurso que ha enunciado en la primera jornada del debate de investidura, que continuará este viernes con las intervenciones de los diferentes grupos parlamentarios -con réplica de Buruaga- y la votación, de la que todo apunta no saldrá elegida nueva presidenta al no contar con mayoría absoluta, de manera que se repetiría el lunes, donde solo haría falta mayoría simple.
“La legislatura tendrá que estar necesariamente marcada por el diálogo y el entendimiento con todas las fuerzas políticas, sin vetos y sin exclusiones”, ha subrayado la candidata del PP desde la tribuna de oradores, en una comparecencia que ha durado hora y media y en la que también ha hecho guiños al marco ideológico de la extrema derecha, tras haber intentado sin éxito durante las últimas semanas lograr los votos favorables de sus cuatro representantes, cuya pretensión es entrar en el Ejecutivo.
Y es que además de apelar constantemente al diálogo y de tender la mano a todos los grupos, con un claro mensaje hacia Vox tras el veto que pretendieron imponer inicialmente los regionalistas en su pacto de investidura, Buruaga no ha hecho ninguna alusión ni a políticas en materia de igualdad de género ni de derechos de las personas LGTBI, actualmente en el eje del debate político y mediático tras los acuerdos entre PP y la extrema derecha rubricados en diferentes territorios y que suponen una amenaza para los avances en estos ámbitos.
Buruaga, tal y como ha venido anunciando en campaña, ha prometido bajadas masivas de impuestos, a la par que ha anunciado ayudas de diferente índole y un refuerzo a los servicios públicos. También, y pese a garantizar “moderación política”, se ha comprometido a no tramitar la Ley de Vivienda aprobada por el Gobierno saliente PRC-PSOE por ser “intervencionista” y ha anunciado que creará una “oficina de apoyo y asesoramiento a las víctimas de okupación”, así como “un mapa de la okupación” en Cantabria.
También ha prometido derogar parte de la Ley del Suelo aprobada en esta legislatura, concretamente el punto que desató controversia sobre la restricción a construir vivienda unifamiliar en suelo rústico, y se ha mostrado partidaria de gestionar la sanidad o la política energética “sin criterios populistas ni ideológicos”.
“Vengo a cerrar una etapa agotada y a abrir otra nueva que nos permita dar un salto adelante”, ha señalado Buruaga, con el objetivo, según ha dicho, de “modernizar” una comunidad “envejecida”, asegurando que cambiará “lo que haya que cambiar”, pero sin desechar aquello que “merezca la pena” del anterior Gobierno. “No voy a tirar algo por la borda solo porque proceda de otros partidos”, ha resaltado.
Bajar impuestos a todos los cántabros
La futura presidenta de Cantabria lleva por bandera las bajadas de impuestos: “Voy a bajar los impuestos a todos los cántabros, todos los que pueda y todo lo que pueda”, ha resaltado sobre la reforma fiscal que emprenderá, no sin deslizar -como ha hecho en más de una ocasión- el mantra del enriquecimiento de las administraciones públicas con los tributos: “Cantabria no necesita un Gobierno más rico, sino una sociedad más próspera”.
Así, tras afirmar que “el instrumento más poderoso para cambiar la economía es bajar impuestos”, ha desgranado los que se verán afectados cuando llegue al poder: extenderá la bonificación del 100% en sucesiones “para que nadie tenga que pagar por heredar de un familiar directo” y reducirá el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentales tanto para bienes muebles como inmuebles, poniendo especial hincapié en la compra de la primera vivienda.
Además, eliminará el Impuesto de Patrimonio y bajará el tramo autonómico del IRPF “a las rentas medias y bajas” y ampliará el catálogo de deducciones y bonificaciones de impuestos para favorecer la natalidad y la conciliación, las políticas de apoyo a la maternidad y a las familias, los jóvenes o las personas con discapacidad, además de que apostará por “una fiscalidad diferenciada en zonas despobladas del medio rural”.
Proteger la propiedad privada y combatir la okupación
Entre las medidas más escoradas a la extrema derecha del discurso de Buruaga se encuentran las relativas a vivienda. En este ámbito, ha rechazado sacar adelante la normativa aprobada por el Ejecutivo PRC-PSOE, que contemplaba la “función social” de este derecho fundamental y la posibilidad de movilizar vivienda vacía de grandes tenedores, porque, en sus propias palabras, es “intervencionista y represiva contra el pequeño propietario” que “solo consigue contraer el mercado, reducir la oferta y disparar los precios”.
En su lugar, la futura jefa del Gobierno autonómico, se compromete a impulsar “una verdadera política de vivienda y proteger la propiedad privada”. Para ello, según ha anunciado, aprobará “una ley que establezca las bases para que los ciudadanos tengan acceso a una vivienda digna en régimen de propiedad o de alquiler”, además de que incrementará el parque público de vivienda con “un programa de vivienda social con incentivos económicos y fiscales”.
En materia de vivienda, además, ha reservado un capítulo para la okupación, un bulo recurrente entre la derecha y la extrema derecha y que han conseguido colarlo en las últimas campañas electorales como objeto central del debate político. En este sentido, Buruaga se ha fijado como objetivo “poner todas las barreras posibles a la okupación ilegal”.
Para ello, va a “trazar un mapa de la okupación en la región para hacer un diagnóstico de la situación”, y a “habilitar una oficina de apoyo y asesoramiento a los afectados” y a “crear un grupo de trabajo en la Federación de Municipios de Cantabria para coordinar las respuestas y estudiar compensaciones fiscales a los propietarios a través del IBI y otros impuestos”.
Reindustrialización
Por otro lado, la candidata popular ha hecho hincapié en que impulsará el “cambio de modelo productivo del que se lleva hablando 16 años” -pese a que parte de ellos han sido de gobierno popular-, apostando por la reindustrialización. En este punto, Buruaga pretende poner en marcha nuevas infraestructuras energéticas y de comunicación y revertir el “declive industrial” en la cuenca del Besaya y Campoo.
Así, ha dicho que apoyará el desarrollo de La Pasiega, la transición energética en Solvay, la permanencia de industrias como Sidenor o Ferroglobe en Cantabria y nuevos proyectos industriales en suelos de Sniace, además de que “hará realidad” los polígonos de Las Excavadas y La Hilera en Torrelavega, asumirá la gestión del polígono de La Vega en Campoo y concluirá la aprobación del Polígono Industrial de Laredo, a los que se sumarán dos nuevas áreas industriales en Cabezón de la Sal y Penagos.
Presidenta “con perfil sanitario”
“Voy a ser una presidenta con un perfil muy sanitario”, ha remarcado Buruaga -que fue consejera de este área en el anterior Ejecutivo del PP-. Así pues, se ha comprometido a firmar en los primeros 100 días de su Gobierno un pacto profesional por la sanidad pública, así como el de reducir las listas de espera y centrarse en los consultorios rurales para terminar con “la falta de atención y su cierre”. Entre los proyectos más destacados, se encuentra el de desarrollar un parque científico y tecnológico vinculado a la salud en los terrenos de la Residencia Cantabria.
En cuanto a las políticas fiscales, Buruaga ha hablado de elaborar “de inmediato” una Ley de Garantía de Tiempos Máximos de Espera para que no se espere más de 90 días para obtener plaza en una residencia, así como recuperar la libertad de elección de centro. También ha dicho que hará un estudio de necesidades para saber cuántas plazas son necesarias.
“Implacables contra la corrupción”
Finalmente, tras abordar otros temas, como “la necesidad” de aprobar un Plan de Ordenación del Territorio e impulsar los planes de ordenación urbana que llevan “legislaturas paralizados” o seguir reclamando al Estado la salida del lobo del listado de especies protegidas (LESPRE) y otra serie de “proyectos fundamentales”, Buruaga ha llegado al apartado de las auditorias en la Consejería de Obras Públicas y en el Servicio Cántabro de Salud que ya había anunciado. “Será lo primero que haré”, ha advertido, para sentenciar diciendo que controlarán “todo lo que haya que controlar”. “Seremos implacables contra cualquier atisbo de corrupción, tolerancia cero con la corrupción”, ha concluido, antes de pedir el apoyo a su investidura a los diputados de la Cámara autonómica.
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