Revilla apunta a Rivera como la clave de la posible investidura de Sánchez: “No entiendo el papel de Ciudadanos”

El parón veraniego en las negociaciones para la posible investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno de España se ha roto este miércoles con una visita a Santander en la que el líder socialista ha retomado sus contactos con otras formaciones políticas ante la necesidad de recabar apoyos de manera urgente y evitar así una nueva convocatoria electoral. Y lo ha hecho en un breve encuentro con Miguel Ángel Revilla, presidente de Cantabria y secretario general del PRC, único partido que le prestó su voto en el intento fallido del mes de julio.

Tras participar en la clausura de un curso de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), Sánchez y Revilla han comido juntos en un céntrico restaurante de la ciudad y han aprovechado ese tiempo en solitario para repasar los compromisos adquiridos por el PSOE y rubricados en un documento que “se está cumpliendo de manera rigurosa”, por lo que los regionalistas cántabros mantendrán su apoyo si el jefe del Ejecutivo en funciones se somete a una nueva sesión de investidura antes de que expire el plazo este mes de septiembre.

“Queremos garantizar los intereses de Cantabria y la gobernabilidad de España, que es lo que el PRC quiere aportar en una España tan convulsa, tan complicada, tan cainita, de partidos políticos que van los unos contra los otros. Nosotros somos un partido serio y queremos contribuir a que España sea gobernable y no ver este espectáculo tan lamentable”, ha explicado Revilla en una multitudinaria comparecencia ante la prensa tras su encuentro con Sánchez. 

Y es el máximo dirigente socialista se ha mantenido alejado de los micrófonos durante toda la jornada y ha estado blindado por unas fuertes medidas de seguridad que han impedido las preguntas de los periodistas, que no han tenido ninguna valoración oficial del encuentro con Revilla ni han podido conocer su opinión sobre el acuerdo que el PSOE mantiene con el PRC, por lo que el político cántabro ha ejercido de portavoz oficioso y ha trasladado una única versión de lo sucedido.

En su intervención pública a las puertas de la sede del Gobierno de Cantabria, muy cerca de donde ha tenido lugar la comida, Revilla ha trasladado su “pesimismo” ante la posibilidad de que se forme Gobierno de manera inminente y ha pedido “altura de miras” al resto de partidos para evitar la repetición electoral, que considera “muy probable” y que califica como “el fracaso de la política”.

“Lo que no entiendo ni he entendido nunca es el papel de Ciudadanos. Yo tuve en su momento muy buena relación con él [Albert Rivera], confieso que tengo su teléfono, pero no me lo ha vuelto a coger desde que empezó esto. Me hubiera gustado hacérselo ver, decirle que es un error no participar en un Gobierno que sí da una mayoría”, ha subrayado el presidente cántabro, que ha puesto el foco en la formación naranja en varias ocasiones.

En esta línea, Revilla ha recordado el acuerdo de investidura que alcanzaron Rivera y Sánchez en 2015 y que se vio frustrado al no sumar los votos necesarios en el Congreso de los Diputados, pero que para el secretario general del PRC podría ser la base de un nuevo pacto. “Somos testigos de un partido que había firmado 200 medidas con el PSOE y de repente... Yo no he visto una transformación diabólica del presidente de España, no he visto una evolución ideológica distinta a la que mantenía hace unos años”, ha indicado. 

“Intuyo que esto está abocado a unas nuevas elecciones, salvo que ahora mismo Ciudadanos o el Partido Popular, en un gesto magnánimo para no ir a unas nuevas elecciones, digan que van a permitir que gobierne”, ha considerado Revilla, que ha recordado que en estos momentos solo existen dos alternativas: “PSOE o elecciones”. A su juicio, Sánchez está haciendo “todo lo posible” para no pasar de nuevo por las urnas, pero el presidente cántabro no ve “viable” un pacto con Unidas Podemos y prácticamente descarta esa opción en la actual coyuntura.

Diferencias con Unidas Podemos

“Todo lo que se ha venido diciendo, porque hay que tirar de hemeroteca, de que si Pedro Sánchez tenía un pacto con Podemos, que tenía un pacto con los independentistas... Lo que se ve de momento es a un hombre aislado de los demás. Si, como decían, su ansia de gobernar es tal que hará cualquier cosa, pues yo no lo veo tampoco”, ha opinado el dirigente regionalista, que apuesta por “hacer un gobierno coherente y estable”.

Sobre esto último, Revilla ha hecho hincapié en las “diferencias” que separan a PSOE y Unidas Podemos en asuntos que marcarán la agenda en los próximos meses y que serán determinantes en la política nacional e internacional, desde la sentencia del juicio del 'procés' hasta el Brexit, la política comercial de Donald Trump o la posibilidad de una nueva recesión económica. “Lo peor que puede ocurrir es que haya dos voces en un Gobierno, o dos posturas distintas en temas de Estado cruciales”, ha sostenido durante su discurso.

“Otro de los problemas que tiene Pedro Sánchez para hacer una coalición con Podemos es que no suman mayoría tampoco. Y que además no es un partido, es un conglomerado de fuerzas que a la hora de pactar tienes que pensar un poco si pactas con uno o si pactas con cuatro. Lo que dicen ahora no es lo mismo que decían hace dos años. En un gobernante serio, eso tiene que hacerte meditar. Yo, al menos, lo haría. Tiene que pensar en los intereses de España y en los de su propio partido, que yo creo que su partido no está por la labor tampoco”, ha sentenciado.

Incidente en la calle

La anécdota desagradable de la jornada, sin embargo, ha tenido lugar a pie de calle, en el exterior del restaurante situado en la céntrica calle Bonifaz en la que ambos presidentes han compartido mesa y mantel. Revilla, que ha esperado la llegada de Sánchez y de toda su comitiva en la puerta del local, ha tenido un enfrentamiento público con un empleado de una cafetería cercana, que cuando el líder socialista estaba saludando el dirigente regionalista ha proferido insultos como “hijo de puta” al mandatario del PSOE.

En ese momento, Revilla ha salido en defensa de Sánchez y se ha encarado con el ciudadano que había proferido el insulto y, visiblemente molesto, se ha mostrado “avergonzado” por su comportamiento. Ambos políticos han comentado posteriormente la situación en el reservado en el que han almorzado juntos y el presidente cántabro ha dado explicaciones poco después en su intervención ante la prensa.

“Al llegar he visto a un señor, que no sé si es el dueño de una cafetería, que iré mañana a hablar con él, que cuando ha salido Pedro Sánchez del coche ha gritado 'hijo puta'. Y entonces me he ido a por él para decirle que eso es intolerable, que el presidente se está encargando de hacer una región acogedora, de respeto, y nadie puede insultar a nadie así. Por muy mal que le caiga. Se puede discrepar, pero eso no lo tolero”, ha comenzado relatando Revilla. “No debería haberlo hecho, pero yo soy una persona que tengo mi temperamento. A mí no me suele ocurrir, afortunadamente”, ha asegurado.

“Te puede caer mal. Le puedes decir que lo está haciendo muy mal, pero gritar como le ha gritado esa palabra me ha indignado. Me he ido a por él. Mal hecho. Pero mañana le voy a coger por banda y le voy a decir: 'Ven para acá y reflexiona un poco'. ¡No todo vale! ¡El insulto no!Yo nunca he insultado a nadie. Me ha cabreado. ¡Eso no es Cantabria!”, ha subrayado el presidente autonómico con lágrimas en los ojos.

Según ha insistido Revilla, hubiera actuado igual “si se lo dicen a Sánchez, a Torra o a Trump, y mira que me cae mal Trump”. “No se puede faltar al respeto a la gente. Hay que ser educado y por eso, aunque no sea protocolario, me he ido a por él. No voy a consentir que en mi tierra un tío salga de esa manera a insultar al presidente del Gobierno, por más que pueda discrepar. El insulto no”, ha recalcado el secretario general del PRC, que ha reclamado “hacer entre todos una España de convivencia”.

“Se puede discrepar en todo, en este país se puede decir de todo, pero insultar no. Hay que guardar las formas. El que insulta pierde absolutamente todo el derecho, incluso a hablar”, ha concluido el presidente de Cantabria sobre este incidente en el que se ha visto envuelto antes las cámaras y los micrófonos de los periodistas.