“La Universidad de Cantabria sufre desde el pasado mes de diciembre un proceso de amenaza y chantaje que se inicia con el envío de un anónimo, matasellado el día 10 de diciembre y recibido por distintos destinatarios días después, en el que se denuncia una falsificación de firmas en un proceso administrativo”. Así se ha expresado el rector, Ángel Pazos, en una rueda de prensa convocada de urgencia este lunes y en la que ha explicado que estas “coacciones” tenían como objetivo la apertura de una investigación sobre una supuesta contratación irregular en la que se relacionaba al profesor y candidato a la Alcaldía de Santander por el PSOE, Pedro Casares, así como al actual decano de la Facultad de Económicas y Empresariales, Pablo Coto.
El máximo responsable de la institución académica, que ha comparecido junto a los vicerrectores de Ordenación Académica y Profesorado, Ernesto Anabitarte, y de Doctorado y Relaciones Institucionales, Alberto Ruiz, ha realizado un repaso pormenorizado de todos estos acontecimientos, que se iniciaron con el envío de un anónimo dirigido, entre otros, a la Fiscalía, a la Policía y a él mismo, en el que se aseguraba que “se habían realizado diversas grabaciones” que afectaban al rector, para lo que “se habían colocado dispositivos permanentes de grabación” y que “estas grabaciones serían utilizadas como medida de coacción”.
“Las amenazas son inadmisibles y, con toda seguridad, persiguen intereses distintos de los objetivos de la institución. El rector y su equipo de gobierno manifiestan que no van a consentir ni un acto más de chantaje o amedrentamiento y, por supuesto, ni un leve comentario falaz o torticero que ponga en entredicho la imagen y el prestigio que, muy duramente, ha logrado esta institución”, ha subrayado Pazos.
El rector ha explicado durante su intervención que en ese anónimo se informaba de la posible falsificación de firmas de los integrantes de un tribunal de contratación de la UC, cuya denuncia en los tribunales ha sido archivada provisionalmente por falta de pruebas, y se instaba al rector a “investigar la larga lista de delitos que se desprenden de esos hechos” y, de no ser así, amenazaba con que “las filtraciones perdurarán en el tiempo y alcanzarán a personalidades que hasta el momento se creen inviolables”.
Además, en el escrito, del que Pazos ha leído varias partes ante los periodistas, se señalaba también que el caso de las supuestas firmas falsas “solo es la punta del iceberg” y aconsejaba al rector a “revisar hasta el último centímetro cuadrado” de la Universidad porque “hay instalados micrófonos que han recopilado horas de grabación en las que se escuchan conversaciones que, de ver la luz, el prestigio de la Universidad de Cantabria se iría al garete”.
El rector ha aclarado que, a pesar de que este anónimo está fechado el 10 de diciembre, -el mismo día en el que se presentó una denuncia en una comisaría de Santander y solo unas horas antes de que OK Diario comenzara a publicar detalles sobre la supuesta relación de Casares y Coto con estas firmas falsas en un proceso de adjudicación de becas en el año 2012- él no lo recibió hasta el pasado 24 de diciembre porque fue enviado a su domicilio particular, usando una dirección no actualizada.
“Los hechos fueron puestos inmediatamente en conocimiento de los responsables policiales, que procedieron a iniciar una investigación”, ha aclarado. Preguntado sobre los dispositivos de grabación que puede haber ocultos, Pazos ha señalado que “la Policía está investigando activamente” y, por tanto, no ha querido decir más para no interferir. “No sé lo que va a pasar, ahí prefiero ser cauto”, ha añadido.
“El chantaje está en marcha”
Aunque hasta el momento el rector no había hecho pública esta situación que ha calificado de “máxima gravedad”, esta tarde ha comparecido acompañado por todo su equipo porque, a su juicio, “el chantaje está en marcha” tras la publicación en las últimas horas de unas grabaciones en las que el dirigente universitario es el protagonista.
La grabación, que se ha filtrado de nuevo al mismo medio digital que publicó los audios manipulados que intentaban implicar a Casares, corresponde a una reunión que mantuvo a los tres meses de acceder al cargo de rector, en julio de 2016, con el comité de empresa de personal docente y laboral. En esa reunión estaba presente el profesor asociado Manuel Agüeros, miembro de ese tribunal en cuestión junto al líder socialista y el decano Pablo Coto, y que es denunciante a su vez de esas supuestas firmas falsas llevadas a cabo hace seis años.
“Me sorprende que, si a alguien le preocupa la pureza del mecanismo de dotación de plazas, saque en enero de 2019 un audio de junio de 2016. Es un poco difícil creer en esa voluntad de denuncia”, ha dicho Pazos, que ha defendido las medidas tomadas desde su toma de posesión para evitar recomendaciones de los departamentos cuando se convocan plazas.
Según ha insistido, estos audios han sido “editados y convenientemente cortados”, ya que la grabación refleja, en su opinión, “un debate propio de este tipo de reuniones, pero, en ningún caso, se desprende la admisión de mala praxis en los procedimientos, sino al contrario, la mejora de los mismos y el compromiso de la aplicación de sanciones en los casos en los que se requiriera”. Además, ha recordado que los procesos de los que se habla son de una naturaleza “completamente distinta” a los que están siendo investigados actualmente.
En este sentido, ha recordado que el mismo día 11 de diciembre, día en que se publicaron esas presuntas irregularidades, se inició en la Universidad, a instancias del propio rector, un expediente de información reservada para esclarecer los hechos y las posibles responsabilidades derivadas de los mismos, investigación que “continúa abierta” y en la que, ha dicho, “llegaremos hasta el final” salvo que los tribunales reabran el caso y obliguen a la UC a suspender el procedimiento.
Llegado ese caso, ha avanzado que la institución académica que dirige valoraría la posibilidad de personarse en la causa. “La voluntad de la Universidad es la misma desde el primer día y no se ve modulada ni en un sentido ni en otro por ningún tipo de chantaje ni amenaza”, ha expresado el rector. De hecho, ha reiterado que su actuación se produjo con antelación, más de diez días antes, de la recepción del anónimo y, por tanto, “no es fruto de presiones externas”.
Investigación policial
Dada la gravedad de los hechos, Pazos ha revelado que se ha reunido con los principales líderes políticos de Cantabria para trasladarles “mi voluntad absolutamente inflexible de llegar hasta el final si es que ha habido alguna irregularidad” y “mi voluntad de no dejarme amedrentar en absoluto por ningún tipo de presión ni de chantaje”.
“Lo que me preocupa como rector es que se ponga en riesgo a la Universidad de Cantabria, que se ponga en duda con estas maniobras”, ha lamentado Pazos, que no ha querido valorar que tanto esa reunión de la que han trascendido ahora las grabaciones como en las que se escuchaba al decano Pablo Coto estaba implicado el profesor Manuel Agüeros.