Cantabria es el territorio de la Unión Europea más invadido por el plumero

En los últimos años es habitual encontrarse los comúnmente conocidos como 'plumerales' por cualquier área de vegetación de la comunidad autónoma, ya sea en zonas abandonadas, en cunetas de carreteras o, lo que es más grave, en parajes naturales. Felipe González es el delegado de SEO/BirdLife y afirma que “Cantabria es el territorio de la Unión Europea más invadido por el plumero”.

Antonio Javier Lucio, director general de Medio Natural del Gobierno de Cantabria, señala entre los peligros de la expansión de esta planta invasora la transformación de las áreas con flora local en las que se implanta. “Crece tan rápido y ocupa tanta superficie de suelo que, en áreas degradadas donde podría salir vegetación autóctona, no crece porque lo ocupa esta especie”, explica.

Por otra parte, “el impacto paisajístico que lo transforma radicalmente” y “los riesgos para la salud humana, debido a que se trata de una planta bastante alergénica”, son otras de las consecuencias que Lucio achaca a la expansión del plumero.  

Las zonas “más vulnerables” al plumero dentro de los hábitats naturales son los sistemas dunares, las marismas, los ríos, las zonas de campiña, áreas de eucalipto... y “aquellas afectadas por los incendios, puesto que quedan desnudas”, indica González en conversación con eldiario.es. 

Asimismo, apunta que no hay datos precisos ni registros fidedignos de cómo llegó esta planta invasora a esta zona. “Parece ser que llegó en los años 40 al Puerto de Santander mezclado con el trigo que venía de Argentina”, expone. Esta planta existe en otros sitios de España y “tiene un uso ornamental, pero no parece que esté generando la invasión”.

“Desconocemos por qué es así, igual la que tenemos en Cantabria es una variedad que sí invade”, afirma. En Cantabria hay catalogadas 125 especies alóctonas pero “solo una docena de ellas son realmente peligrosas porque afectan a otros hábitats”, recalca.

El plumero de la Pampa comenzó a crecer “en los antiguos arenales del Puerto de Santander y se empezaron a generar los núcleos que luego han ido dispersándose, sobre todo a través de las infraestructuras”, hasta alcanzar la ocupación de hoy día. A partir de ahí, Cantabria ha exportado esta especie a las comunidades vecinas, sobre todo a las del Cantábrico: País Vasco, Asturias y hasta Galicia.

Causas de la expansión

Tal y como expone González, “el plumero se ha alimentado de varios elementos”. El primero de ellos, “la gran obra tanto pública como privada que ha generado un sustrato muy adecuado para la planta”, subraya. “El plumero es un indicador de obra pública”, sentencia. Mayoritariamente se asienta en taludes de carreteras, canteras, depósitos de tierras…en esos suelos alterados y compactados en los que “no encuentra competencia con otras especies”.

Se reproduce por esporas, por el aire, lo que le aporta una gran capacidad para expandirse. Además, “tiene ese carácter colonizador y donde mejor lo hace es en estos grandes movimientos de tierra que se han producido en las últimas décadas en Cantabria”, reitera.

Por otra parte, González sostiene que “no hay una costumbre de tratar bien los márgenes de las carreteras o los bordes de los polígonos industriales con vegetación que siempre se dejan para el final”. 

El segundo de los elementos que ha favorecido la expansión del plumero es, según explica el delegado de SEO/Bird Life en Cantabria, “la descoordinación entre administraciones de todo tipo”.

“Cuando crece un plumero y se mira a quién le correspondería tratar ese terreno, nos encontramos que algunos son de las administraciones estatales como carreteras, puertos, ferrocarriles, ríos; otros de titularidad regional como carreteras autonómicas y polígonos industriales; y de ahí pasamos a las propiedades privadas que también tienen su parte de responsabilidad”, resume. 

“A veces se ven actuaciones incompletas, es decir, se actúa en una zona y al otro lado de la valla sigue quedando un plumeral que corresponde a otra administración”, explica. “El problema ha ido creciendo y no hemos sido capaces de verlo venir desde hace tiempo y esto se va alimentando”, lamenta González.  

Por último, el clima costero de la zona también ha favorecido el crecimiento de esta especie invasora. “Les favorece la humedad e incluso un poco de salinidad en el ambiente, por contra, las heladas y la altura les limita”, recalca.

Métodos de eliminación

“En SEO/Bird Life, aunque lo nuestro son los pájaros, estamos muy familiarizados con este problema porque llevamos años especializados en restaurar áreas degradadas”, cuenta González, que apunta varias formas de hacerlo. 

“Es mejor siempre restaurar el suelo sobre el que se asienta la especie, es decir, son suelos normalmente alterados que se arrancan mecánicamente, se destruyen los restos -muy importante porque tiene una gran capacidad de rebrote- y luego hay que tratar ese suelo para restaurarlo rápidamente con vegetación local porque así consigues introducir de nuevo competencia”, aclara. 

“Nosotros aquí hemos restaurado marismas blancas y marismas negras que antes eran plumerales y digamos que hemos conseguido rehabilitar esos terrenos, volver a plantar árboles e introducir pastoreo. Todo ello, con actuaciones complementarias de seguimiento y mantenimiento, porque si lo dejas vuelve a crecer”, relata González. 

Por su parte, para mantener grandes superficies susceptibles de que salga esta especie como en las cunetas, “hay que hacer un tratamiento mecánico, es decir, un desbrozado continuado para evitar que la planta florezca”. González apunta que en algunos casos de difícil acceso “se recurre también a los tratamientos químicos, a los herbicidas”.

Actuación del Gobierno

El objetivo que quiere alcanzar el Gobierno de Cantabria es “limitar la expansión”. “Se pretende alcanzar un mayor número de municipios libres de plumero con un sistema de detección de alerta temprana; ahora mismo hay que contener la invasión”, subraya González.

En esta legislatura han presentado dos documentos “fundamentales”: la Estrategia de Lucha contra las Plantas Invasoras y el Plan de Acción de Lucha contra el Plumero. “Veremos si esta problemática es realmente una prioridad cuando en los Presupuestos Generales del año 2017, que se están tramitando, se encuentren las partidas consignadas”, afirma.

Por su parte, Lucio recalca que el Gobierno de Cantabria “lleva trabajando en el control del plumero desde 2004 cuando se elaboró el primer Programa de Control de Plantas Invasoras”. “Damos prioridad, por parte de la Consejería de Medio Rural, a las actuaciones en los espacios naturales protegidos; en cualquier ambiente es un problema y ahí lo es mucho más”, destaca. 

Además, apunta que la inversión que esta Consejería ha hecho en los últimos años “supera los dos millones de euros”. El director general de Medio Natural del Gobierno de Cantabria asegura que el Plan de Acción contra el Plumero “está tramitándose y se espera que en las próximas semanas o principios de año como muy tarde esté aprobado”. Hace hincapié en que establece “aspectos de coordinación entre administraciones, nuevas metodologías y un protocolo de abordaje del problema”. 

Este pasado fin de semana, la Asociación para la Defensa de los Intereses de Cantabria (ADIC) organizó una mesa redonda que versaba sobre este asunto, en la que intervinieron tanto Antonio Javier Lucio como Felipe González.

“Se trata de que la gente se conciencie de que es un problema muy serio, y de la importancia de empezar a cambiar comportamientos y formas de funcionar, en lo referente al tratamiento del territorio”, concluye González.