Agudo: “Hemos sufrido una condena durante cuatro años”
Con un auto de 145 páginas, la Audiencia de Cantabria ha puesto este martes punto y final al 'caso Racing', que mantenía como principales investigados a los exconsejeros de Economía y Hacienda y Cultura y Deporte, Ángel Agudo (PSOE) y Francisco Javier López Marcano (PRC) por la operación de venta de las acciones del club de fútbol al supuesto magnate indio Ali Syed.
En declaraciones a eldiario.es, Agudo cuenta cómo ha vivido todo este proceso judicial y manifiesta su satisfacción por haberse hecho justicia “tras un calvario de cuatro años”. El exconsejero y actual presidente del PSOE de Cantabria mantiene que “el Gobierno PP utilizó el Racing para hacer hacer una cacería política”, inventando un relato “en gran medida falso” y aprovechándose de los tres poderes de la democracia: ejecutivo, legislativo y judicial.
Aunque no descarta volver a ocupar algún cargo de responsabilidad en la Administración, Agudo asegura que ahora lo que más le apetece es “volcar su experiencia y capacidad” para que su partido realice el mejor Congreso posible y conseguir “un proyecto atractivo y un liderazgo fuerte” que conecte con la mayoría de los ciudadanos del país.
¿Qué valoración hace del auto de la Audiencia de Cantabria?
Es un auto que hay que valorar de manera satisfactoria porque al final de todo este vía crucis, la justicia ha hecho justicia, valga la redundancia. Este calvario tiene su origen en una decisión política de un Gobierno del PP y el auto, de alguna manera, reconforta después de un largo trayecto de cacería política.
¿Cómo ha vivido este proceso en lo personal?
Aquí hay varias cosas que se mezclan, lo personal pero también alguna reflexión más desde el punto de vista político. En lo personal ha sido desagradable. Durante una temporada larga, salir a la calle e ir a determinados sitios no era agradable porque había insultos, intentos de agresión, etcétera.Pero a mí lo que me importa de todo esto es el uso torticero que se ha hecho de los instrumentos básicos de la democracia, la utilización del poder ejecutivo, legislativo y judicial para una cacería política.
Eso no ayuda para nada a la concordia, ni al diálogo, ni a mejorar las relaciones personales, ni a la mejora de la calidad de la democracia, porque lo que se ha pretendido juzgar, para hacer una cacería política, son decisiones políticas, y las decisiones políticas se tienen que valorar desde el punto de vista político. Serán buenas, malas, erróneas o acertadas, pero no intentar convertirlo en un cacería para meter en la cárcel a quien lo desarrolla.
Se han llevado por delante las posibilidades de desarrollo político y personal de algunas personas, como Javier o como yo, pero sobre todo lo que más me preocupa es que se han cargado el prestigio de grandes profesionales que han visto cercenado su desarrollo profesional por estas circunstancias. Y eso ya no tiene remedio, ya no tiene ninguna solución, y eso es lo que me queda de regusto después de una condena que hemos sufrido durante cuatro años.
¿Espera o le gustaría que hubiese algún tipo de disculpa?
Ni espero ni busco ningún tipo de disculpa. Yo creo que lo que tiene que analizar cada uno de los ciudadanos y de los que han sido artífices de toda esta historia es su actuación en este proceso. Todo este proceso ha tratado de sacar lo peor de cada uno de nosotros, y yo ahí no quiero caer, prefiero altura de miras y mirar hacia adelante.
¿Cree que con este auto queda legitimada aquella operación?
No es un problema de legitimación o no. Nosotros tomamos una decisión intentando buscar lo mejor para una entidad que creíamos que era un activo importante para Cantabria. Al final, la solución salió mal porque el sujeto importante que es el que asume compromisos, y que en esto caso era en primer lugar la empresa Silver Eagle y después el señor Alí, no cumplieron sus compromisos, y eso no es un problema de legitimación o no.
Un Gobierno tiene que tomar decisiones porque si no llegamos al sinsentido que para que no pase nada y para que no tengamos ningún problema lo mejor es no hacer nada. Fue una decisión política que no salió bien pero no porque el Gobierno no pusiera todo el empeño, sino porque quien tenía que cumplir los compromisos no los cumplió, y luego el Gobierno que vino detrás pudo hacer más cosas. Nosotros no hubiéramos hecho lo que ellos hicieron con este tema.
¿Ha hablado ya con la secretaría general de su partido?
Ha sido una de las primeras personas que me ha llamado esta mañana. He estado hablando con ella y con más gente. Como puedes entender, durante esta mañana he tenido muchísimas llamadas de mucha gente que me están felicitando y dando la enhorabuenta.
¿Le gustaría volver a la primera línea política?
Yo nunca he dejado de hacer actividad política. A mí me entró de pequeñín la pasión política y nunca he dejado de hacer política.
La política se puede hacer desde muchos sitios: desde los gobiernos, desde las instituciones, desde el partido -yo soy el presidente del partido en Cantabria en estos momentos-, se puede hacer con una presencia pública o con una presencia más discreta. Por tanto, yo nunca he dejado de hacer política, aunque en estos últimos cuatro años en una posición más discreta.
Ahora tenemos por delante el reto de cómo afrontamos el Congreso del Partido Socialista Obrero Español, un reto que es apasionante pero también muy difícil. Creo que nos estamos jugando la posibilidad de que el PSOE vuelva a conectar y a relacionarse con una amplia mayoría de votantes y de ciudadanos del país. Este es un momento crítico para el partido y a mí ahora lo que me apetece, lo que voy a hacer, es dedicarme con toda mi capacidad, mi experiencia y mi esfuerzo a conseguir que ese Congreso se haga en las mejores condiciones posibles; que podamos debatir y conseguir un proyecto atractivo y un liderazgo fuerte capaz de conectar con la ciudadanía. Y es una tarea muy apasionante que durante los próximos meses va a llevar mucho tiempo y yo estoy con muchísimas ganas de poder hacerlo con el resto de los compañeros.
Volviendo a lo que comentaba antes de que ha habido una etapa muy difícil en lo personal. Aunque el auto haya sido favorable, ¿cree que ese sector del racinguismo que le considera uno de los responsables de la situación del club va a asumir y dar por bueno este auto?
Yo no lo sé, no sé cómo va a actuar la gente. Quiero pensar que actúa de buena fe. También reflexionan en función de la información que reciben, el sesgo de esa información y quién la da. Claro, cuando uno está escuchando al presidente del Gobierno de su comunidad autónoma llamar de todo menos bonitas a dos personas como a Javier y a mí, lógicamente puedo entender las reacciones viscerales, aunque no las comparto. Ellos no son los responsables de todo esto.
Lo que hicimos no era una decisión que tuviera que ver con el tema deportivo. Queríamos conseguir mantener la llama de uno de los activos más importantes que tiene la región, que es aquello que nos permite explicar qué somos en el mundo. Yo lo he vivido cuando he tenido que viajar fuera; es más fácil explicar Cantabria si dices que aquí hay un equipo de Primera División y ya te colocan en el mapa.
Queríamos conseguir y ayudar a que el Racing no desapareciera, como habían hecho otros gobiernos también del PP. Nosotros no estábamos discutiendo si el equipo tenía que jugar de una determinada táctica o a quién tenía que fichar, no; queríamos mantener un activo de la región que nos permite fortalecer la comunidad y hacerla más presente en los ámbitos internacionales. Y lo hicimos con toda claridad y sin ningún tipo de tapujo, con un buen engraneje financiero. Simplemente, aquellos que habían adquirido compromisos no los cumplieron y pudiendo tener resortes para volver a la situación inicial, que era lo que hubiéramos hecho nosotros si hubíeramos seguido gobernando, el Gobierno que vino no lo quiso hacer y tomó otro derrotero, que fue utilizar este fenómeno para hacer una cacería política utilizando y manipulando los tres poderes de la democracia.
Pero una de las cosas que se les reprocha es que, precisamente, eliminaron ciertas garantías para recuperar el control del club y volver a la situación original.
Acaba de ser publicado un auto que dice que en eso no hay ninguna responsabilidad y que se sobresee porque no es verdad. Simplemente no es verdad, es una historia que se inventaron unos cuantos, y lo que acaba de decir la Audiencia Provincial. En esta película alguien ha contado una historia que todavía sigue coleando y que se cree, y no es verdad.
Y como esas hay muchas más, porque se nos acusaba de no menos de 13 delitos. Uno por uno, todos ellos, han sido desmontados en un auto de 145 páginas, que además ya habían sido desmontados en parte por la propia Fiscalía diciendo que todos aquellos argumentos que estaban en muchos casos en los medios de comunicación eran absolutamente mentira.
Se ha hecho un relato en gran medida falso y lógicamente cuando la gente escucha ese tipo de de historias y te ve por la mañana, lo que menos le apetece es decirte buenos días.