“Las declaraciones del consejero son perfectamente comprensibles”, ha subrayado la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga (PP), sobre las acusaciones vertidas este lunes por parte del titular de Salud, César Pascual, a sindicatos y partidos de la oposición, tildando su labor de “'kale borroka' sindical” y de “terrorismo político”, en relación a la situación sanitaria en Reinosa, que el pasado jueves volvió a estar sin médico de SUAP ni UVI móvil, en una noche en la que durante una emergencia hubo que recurrir al SUAP de Mataporquera, que no pudo hacer nada cuando llegó porque el paciente había fallecido.
La jefa del Ejecutivo cántabro ha respaldado así a su consejero de Salud y ha justificado el señalamiento que efectuó este lunes a través de los calificativos citados anteriormente --y que ha definido como “duros”-- en el “nivel de iniquidad, de miseria y de carroña política que se está viviendo con determinados asuntos en esta región”.
“Me parece que nada puede ser más insoportable, más injusto y más reprobable que acusar o tratar de acusar a un Gobierno y a un consejero del fallecimiento de una persona”, ha expresado Buruaga, cuestionada por los medios a este respecto durante una rueda de prensa celebrada tras reunirse con los partidos de la oposición para hablar sobre su reciente encuentro con Pedro Sánchez en Moncloa.
La presidenta de Cantabria ha defendido que “no todo vale” y que “hay cosas que no se pueden permitir”, haciendo hincapié en que la denuncia del sindicato CCOO “se fundamenta en una mentira”. “El hombre falleció de un infarto fulminante y no se hubiese salvado ni en un hospital rodeado de cien médicos porque fue una parada en asistolia irresoluble, fulminante y definitiva”, ha argumentado.
CCOO ha reclamado este martes a Pascual que se retracte de sus “graves acusaciones”, a lo que Buruaga ha respondido que a ella “también le gustaría que CCOO se retracte de su postura”. Para el sindicato, las palabras del consejero son “intolerables”: “No están a la altura de quien está al frente de uno de los principales cargos políticos del Gobierno de Cantabria”, ha señalado su secretaria general, Rosa Mantecón, advirtiendo de que estudiarán “posibles implicaciones legales”.
“No vamos a tolerar ni consentir este tipo de acusaciones que lo único que buscan es desprestigiar a una organización sindical que actúa con rigor y siempre en defensa de los profesionales del Servicio Cántabro de Salud (SCS) y en beneficio de la ciudadanía de Cantabria, que es merecedora del mejor sistema de salud posible, y siempre en condiciones de igualdad”, ha sentenciado.
“Prepotente, faltón e inadmisible”
Los partidos de la oposición, cuestionados sus portavoces al respecto de este asunto, han criticado las acusaciones vertidas por el consejero. PRC y PSOE han sido especialmente duros con Pascual. El regionalista Miguel Ángel Revilla le ha recriminado “sus gravísimos insultos y descalificaciones” y ha pedido a Buruaga que le haga rectificar. “Nunca en Cantabria un gobernante ha sido más prepotente y faltón”, ha señalado, echando en cara al consejero que “trate de negar el desastre de la sanidad en Cantabria insultando gravemente a los que lo denuncian”.
El socialista Pablo Zuloaga se ha referido a “manifestaciones inadmisibles en un consejero”, al “insultar a los sindicatos y a cada uno de los grupos políticos que hemos puesto en tela de juicio la situación sanitaria”. Asimismo, ha acusado a Pascual de “perjudicar a todos los cántabros al convertir la sanidad en un business” y ha pedido a Buruaga que “cumpla con los servicios públicos de Cantabria”. “No puede ir a Madrid a decir que la sanidad pública en Cantabria cuesta más que en otros lugares de nuestro país si no la está prestando debidamente”, ha sentenciado.
Finalmente, la portavoz de Vox, Leticia Díaz, ha considerado que las palabras del consejero no han sido “adecuadas”. “A la hora de explicar su posicionamiento en cuanto a las críticas, ya sea de partidos políticos o de sindicatos, podrá ser todo lo firme que considere, pero sin entrar en calificativos que tienen muy poco de constructivos”, ha explicado la diputada del partido de extrema derecha.