Cantabria tiene en la actualidad cerca de 8.000 casos activos de coronavirus, “la cifra más alta hasta ahora” en lo que va de pandemia, por lo que hay más de 7.800 personas en confinamiento domiciliario por ser positivos en la enfermedad, a las que habría que sumar sus contactos estrechos. Son datos que ha señalado este jueves el vicepresidente del Gobierno, Pablo Zuloaga, quien ha detallado que actualmente son 7.937 los cántabros con el virus activo.
En la rueda de prensa semanal posterior a la reunión del Consejo de Gobierno, su portavoz ha indicado que hay 117 pacientes COVID hospitalizados, cinco más que la víspera, de los que 21 siguen en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), manteniéndose la ocupación de camas en el 9,2 y 20%, respectivamente. Estos y otros datos hacen que Cantabria se mantenga en el nivel tres de alerta sanitaria. El aumento de contagios es “incesante”, en palabras de Zuloaga, que ha indicado al respecto que a los 210 positivos detectados el miércoles hay que sumar un centenar de casos más registrados en la mañana de este jueves.
Vacunación
En cuanto a la vacunación, Zuloaga ha destacado el “elevado” alcance de la campaña, con la que se ha inmunizado ya a cerca del 64% de la población objeto de la misma -mayores de doce años- y al 57% del total de los cántabros, con más de 700.000 dosis inoculadas. A las ya puestas, habrá que sumar las previstas: otras 3.800 de Moderna que se esperan recibir este viernes y una cifra “similar” a la contemplada para el envío de la semana que viene de esta farmacéutica; más de 21.000 de Pfizer que llegarán el próximo lunes; y 2.750 de Janssen que se esperan recibir el día 10.
Residencias
Por otro lado, sobre la situación COVID en las residencias, el vicepresidente ha indicado que en la actualidad hay una veintena de casos, siete de ellos detectados en usuarios de cuatro centros y de los que dos se encuentran hospitalizados. En toda la región hay más de 6.000 residentes. Los 16 positivos activos restantes se han diagnosticado entre trabajadores, que están confinados, pero sin que el vicepresidente haya podido determinar si estaban vacunados o no.