Dos personas más han muerto en Cantabria por la COVID-19 y ya son 274 los fallecidos que ha dejado la pandemia desde que se comenzó el registro de decesos. Según los datos notificados por Sanidad este miércoles, estas muertes se corresponden con dos varones de 87 y 90 años con patologías previas.
Asimismo, entre la jornada del miércoles y la primera hora de este jueves se han sumado 376 positivos más (solo en esta mañana se han contabilizado 118 casos), lo que ha situado a la cifra de casos activos en 3.402. De esas personas infectadas, los hospitales cántabros están atendiendo a 197, y 35 de ellos se encuentran en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), uno de los parámetros que más preocupa al Ejecutivo.
Estos datos, según el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, pueden terminar por “colapsar el sistema sanitario”: “No solo hay enfermos COVID, no podemos arreglar un problema por un lado, y dejar a otras personas con otras enfermedades sin poder utilizar las UCI”, ha aseverado.
Por otro lado, los infectados en cuarentena domiciliaria llegan ya a los 3.205 mientras los acumulados positivos desde que arrancó la pandemia siguen su crecimiento y alcanzan los 13.592.
En esta ocasión, el encargado de dar los datos a los medios de comunicación ha sido el vicepresidente del Gobierno, Pablo Zuloaga, que lo ha hecho justo después de que Revilla anunciase el adelanto del toque de queda a las 22.00. Precisamente él ha sido el encargado de explicar que la disponibilidad de UCI asciende en estos momentos a 66, por lo que quedarían libres 16 tras contar a los 35 pacientes COVID y a los 15 no COVID.
También, Zuloaga ha dado a conocer que hay 77 sanitarios afectados y 104 casos activos en las residencias de Cantabria, además de 66 profesionales de estos centros infectados.
Respecto a la incidencia acumulada, la comunidad sigue superando la barrera de los 500 casos por cada 100.000 habitantes, y por tanto, continúa situándose en el nivel de alerta 4.