La Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnado (FAPA) de Cantabria ha expresado su rechazo a la posibilidad de concertar los estudios de Bachillerato en centros privados, aunque esta medida “se quiera camuflar con eufemismos como 'continuidad pedagógica' o 'ayudar a familias que no cuentan con recursos económicos suficientes'”, ha sostenido.
En un comunicado, FAPA ha defendido que, si realmente se quiere apostar por la continuidad pedagógica, lo primero que habría que hacer es invertir trabajo y recursos para estabilizar plantillas en los centros educativos, evitando el cambio de profesorado que curso tras curso sufre el alumnado, “cuestión que sí que les impide esa continuidad pedagógica que se dice querer evitar”.
Además, las familias han recordado que el alumnado ya “rompe” esa continuidad educativa en los centros públicos cuando pasa de Educación Primaria a Secundaria, “y esto, lejos de suponer un problema, es una parte más del aprendizaje educativo y social que permite la educación pública”.
Asimismo, FAPA ha subrayado que en el “salto” a Bachillerato en los centros públicos tampoco se da esa continuidad educativa cuando parte del alumnado se ve obligado a cambiar de centro por no disponer del deseado en el que han estudiado ESO, lo que en su opinión “se podría evitar con más inversión en los centros públicos”.
En cuanto al apoyo económico a las familias que más lo necesitan, FAPA se ha mostrado “totalmente favorable” a poner en marcha medidas en este sentido, pero considera “paradójico” que “la única decisión que se va a tomar se produzca en los centros en los que se concentra el alumnado con perfil socioeconómico más alto, lo cual evidencia a quien se quiere beneficiar realmente”.
Por otro lado, la federación se pregunta de dónde van a salir los recursos necesarios para esta medida, “más aún cuando ya se están diseñando unos presupuestos para el año que viene que, disfrazados como una bajada generalizada de impuestos, van a beneficiar también a las familias con más recursos, en perjuicio de las más desfavorecidas”, ha sostenido.
Según FAPA, para favorecer a las familias más necesitadas se podrían tomar muchas medidas, como la “necesaria inversión en mejorar el estado de unos centros educativos cada día en peor estado”, dotarles de más medios materiales y humanos o evitar “el cuantioso gasto” que cada curso deben de afrontar las familias en la compra de libros y materiales, que supone un incumplimiento de la gratuidad que establece la Constitución, “que el Gobierno de Cantabria debería de afrontar con urgencia”.
Por último, la Federación ha recordado la “pirámide” que muestra cómo el alumnado procedente de familias con un perfil socioeconómico más bajo es el que antes abandona el sistema educativo, por lo que considera necesario que todas las medidas de inversión y apoyo educativo que se quieran realizar “se pongan en marcha con la mirada puesta en esta situación, no en la contraria”.