El Gobierno de Cantabria ha asegurado que “nunca se pondrá en riesgo la cueva” de Altamira, cavidad declarada Patrimonio de la Humanidad hace 30 años y que cuenta con un Plan de Conservación Preventiva en base al cual el Patronato adopta sus decisiones.
Así lo ha enfatizado este lunes el consejero cántabro de Cultura, Ramón Ruiz, a preguntas de la prensa sobre la carta remitida a la UNESCO por el Departamento de Prehistoria de la Universidad Complutense de Madrid con el respaldo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
En esa misiva, de la que ha informado ayer domingo el diario 'El País', prehistoriadores e investigadores alertan a la organización internacional del aumento de visitantes que estudia el Patronato y que, de llevarse a cabo, “favorecería el deterioro de las pinturas rupestres”, en riesgo por las filtraciones de agua y posibles desprendimientos.
Por ello, y al igual que hicieron hace un año cuando el Patronato decidió mantener de forma indefinida las visitas experimentales --cinco personas y un guía un día a la semana--, han abogado por mantener la cueva original cerrada al público hasta que se conozcan las causas de esos problemas.
Ante estas nuevas críticas del departamento de la Complutense, con el apoyo de miembros del CSIC, el consejero cántabro y miembro del Patronato ha insistido en que esa “discusión” tiene “cabida” en el Plan de Conservación ya que es “un documento en permanente evolución” y basado en las investigaciones científicas.
Ha asegurado que esas investigaciones son, precisamente, las que determinarán y “dirán en qué medida se puede ampliar o no” el régimen de visitas experimentales. “Eso es lo que aprobó el Patronato: en función de las investigaciones, tomar una decisión”, ha añadido.
Y ha afirmado que “no se va a tomar ninguna decisión al margen del plan de conservación”, por lo que ha considerado que es “plenamente compatible lo que dicen unos científicos y otros” y a quienes se ha dirigido en sus declaraciones para asegurarles que “nunca se pondrá en riesgo a la cueva”.
LA DECISIÓN “NO SE HA TOMADO”
“Si el Plan de Conservación permite ampliar visitas sin poner en riesgo la cueva, se hará, pero esa decisión no se ha tomado, se ha dejado para futuros patronatos y se hará siempre con las medidas de seguridad que indican los técnicos y científicos”, ha dicho Ramón Ruiz.
Como el origen de las críticas es la decisión tomada por el Patronato hace dos semanas de estudiar la ampliación del número de personas que participan en las visitas experimentales, Ruiz ha explicado que esa “posibilidad” se analizará y estudiará “en función del plan”.
A su juicio, “más importante” que esa decisión, el Patronato de Altamira también decidió “poner en valor el complejo de Altamira, donde hay una neocueva, una reproducción interesantísima y digna de la cueva original, y hay un museo que el Patronato quiere poner en valor” con acciones como la programación de actividades didácticas.
“Es secundario la posibilidad de entrar cinco, siete o dos visitas más que, además, nunca se harán sin las recomendaciones del Plan de Conservación”, ha añadido el titular de Cultura de Cantabria, que también ha opinado que estas advertencias de prehistoriadores y científicos no acelerarán la celebración de un nuevo Patronato --están reguladas dos reuniones al año--.
Precisamente, en aquel Patronato, que encabezaron el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, y el secretario de Estado de Cultura, el cántabro José María Lassalle, se analizó la situación actual de la cueva y los problemas que ésta presenta algo que, ha señalado, se hace en todas las reuniones de este órgano.
Al ser cuestionado sobre la cueva, considerada la capilla sixtina del arte rupestre y que fue declarada Patrimonio de la Humanidad hace 30 años, Ruiz ha recordado al director del Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira, José Antonio Lasheras, que falleció el pasado 27 de febrero en un accidente de tráfico.
El titular cántabro de Cultura ha agradecido el trabajo desarrollado por Lasheras al frente de Altamira durante 25 años y que, precisamente, fue el impulsor del Programa de Investigación para la Conservación Preventiva de la cavidad de Santillana del Mar.