El Hospital Valdecilla de Santander ha inaugurado oficialmente este viernes una nueva UCI COVID en la planta baja del pabellón 17, un espacio que viene a ampliar la capacidad del área de Cuidados Intensivos para pacientes de coronavirus con 18 camas más, tres de ellas en boxes de aislamiento.
La nueva UCI, con un coste superior a los dos millones de euros, financiados por la Consejería de Sanidad del Gobierno de Cantabria, se ha creado con el objetivo de que en el futuro pueda ser utilizado como Unidad de Cuidados Intermedios también adscrita al Servicio de Medicina Intensiva, una vez se supere la pandemia.
Su creación ha supuesto todo un “reto logístico” para Valdecilla, en un momento en el que todos los hospitales trasladan necesidades similares a un número finito de proveedores, según ha indicado el director de Gestión Económica del hospital, Jesús Martín Lázaro.
“Hay una demanda fuera de lo normal. Todos los hospitales estamos solicitando el mismo equipamiento para tratar a los pacientes COVID, así que ha sido un reto coordinar la logística para obtener todo el equipamiento y disponer de la que probablemente es una de las mejores unidades de estas características en el país”, ha explicado.
Así, ha señalado la importante dotación de recursos materiales que conlleva una UCI COVID de estas características, entre la que se incluye el sistema de electromedicina, los soportes de tomas de oxígeno e innumerables aparatos para prestar una asistencia de calidad, como camas especiales que permiten mover al paciente y minimizar sus lesiones.
Igualmente, la puesta en marcha de esta nueva UCI ha supuesto “un reto” desde la misma realización de la obra para el acondicionamiento del espacio, ya que “justo debajo” se encuentra la Unidad de Cuidados Intensivos de Cardiología Críticos, “con lo que ha habido que tomar medidas muy específicas para minimizar los efectos de estas obras para los pacientes que estaban ingresados durante este tiempo”.
Según la subdirectora de Enfermería responsable del área de Intensivos, Graciela Saiz, crear una UCI en los pabellones, por sus características de espacio y entrada de luz natural, “conlleva muchos beneficios, tanto para el paciente, a la hora de poder llevar su proceso asistencial, como para los profesionales que trabajan en ella. Es una mejora muy importante de la que nos sentimos muy contentos porque creemos que va a aportar mucha calidad del proceso asistencial”.
Finalmente, el jefe del Servicio de Medicina Intensiva, Juan Carlos Rodríguez Borregán, ha apuntado que este espacio “va a ser muy importante”, a corto plazo, en atención a los pacientes COVID, ya que hay una demanda muy alta de camas de críticos y también, a medio y largo plazo, en la atención a los cuidados intermedios, es decir, los que se prestan a los pacientes que no se encuentran tan delicados como para continuar en una UCI, pero aún requieren de más atención que la que tendrían en una planta de hospitalización convencional.