Los datos de la encuesta de ocupación hotelera que elabora el ICANE (Instituto Cántabro de Estadística) confirman que no ha sido un buen verano para el turismo en Cantabria. Tanto el número de viajeros como el número de pernoctaciones han descendido entre los meses de julio y septiembre, en los que el tiempo no ha acompañado.
En concreto, durante la temporada estival han pasado por tierras cántabras casi 20.000 viajeros menos que hace un año, pasando de los 524.800 registrados en 2016 a los 505.247 de este año, lo que supone un descenso del 3,7%. También han bajado las pernoctaciones, aunque aquí la disminución ha sido más moderada -1,43%- gracias al incremento en la estancia media, que se sitúa ligeramente por encima de los dos días y medio.
Por zonas, el balance es desigual. Santander, como capital de la comunidad autónoma, sigue siendo el principal polo de atracción del turismo y aumentó un 5,9% el número de viajeros y un 4,6% el de pernoctaciones. Por el contrario, los datos en Liébana son negativos.
Pese al esfuerzo del Gobierno por promocionar el Año Jubilar, el número de turistas cayó un 4,6% y las pernoctaciones descendieron un 6,4%, es decir, un punto y cinco puntos más que el descenso medio. Destaca, además, la acusada caída de los visitantes extranjeros -un 38,5% menos que el año pasado-, que choca con el incremento de un 18,5% anotado en Santander.
Igualmente, es significativo el buen resultado de los Valles Pasiegos en cuanto al número de viajeros, que aumentó un 17,4% durante el verano, aunque no así las pernoctaciones, que bajaron un 6,2%.
Cómputo global
En el cómputo global, el balance del turismo en Cantabria en los nueve primeros meses del año sí arroja cifras positivas, lo que deja una lectura importante, y es que fuera de la temporada veraniega la comunidad autónoma ha sido capaz de atraer a más visitantes, que es uno de los principales retos históricos de la administración, desestacionalizar el turismo.
Así, entre enero y septiembre, casi un millón de viajeros -999.429- pasaron por Cantabria, lo que supone un aumento del 3,5% en comparación con el mismo periodo de 2016. También han aumentado el número de pernoctaciones, en una cifra muy similar -un 3,4%-, hasta llegar a las 2,3 millones. De media, los viajeros pasan dos días visitando la comunidad.
En este caso, no se puede hacer una análisis de cómo ha evolucionado el turismo en este periodo desglosado por zonas, ya que el ICANE reserva como “secreto estadístico” algunos de los datos mensuales.
Finalmente, el grado de ocupación hotelera este 2017 ha sido muy similar al del año anterior. Comparando mes a mes ambos ejercicios, existen pocas variaciones, a excepción de abril, que sí ha registrado un incremento notable con motivo de la Semana Santa. Si en abril de 2016 los establecimientos hosteleros se llenaron a un tercio de su capacidad -33%-, este año este mismo registro ha subido hasta la mitad -48%-, lo que supone una subida de 15 puntos.