El palacio que PP y Vox quieren para el emérito: un bien cultural encargado por un esclavista del XIX
El Palacio de Sobrellano en Comillas, de estilo neogótico, se construyó a petición de Antonio López y López, primer marqués de esta localidad y empresario de la época vinculado a la trata de esclavos
El PP votó con Vox este lunes ofrecer un palacio de la localidad cántabra de Comillas al rey emérito Juan Carlos I para que el monarca fije su residencia en España. La propuesta, que partió de la formación de extrema derecha y que se debatió en el Parlamento autonómico, no salió adelante por el posicionamiento en contra de la mayoría que disponen los grupos que sustentan al Gobierno bipartito PRC–PSOE.
No obstante, tanto los parlamentarios populares como la diputada tránsfuga de Ciudadanos –recién expulsada del grupo naranja ya disuelto– mostraron su conformidad con la iniciativa de Vox de ceder el Palacio de Sobrellano a Juan Carlos I. Pero, ¿qué hay detrás de esta edificación con vistas privilegiadas al Capricho de Gaudí y a la localidad de Comillas que actualmente es Patrimonio Cultural de Cantabria?
No obstante, como las obras del palacio concluyeron en 1888 y el marqués falleció en 1883, López y López no llegó a ver culminada la espectacular edificación que en la actualidad únicamente tiene uso turístico. De estilo neogótico –inspirado en el gótico civil inglés del siglo XIV–, con aires también venecianos y musulmanes, se sitúa a la salida de Comillas en dirección a San Vicente de la Barquera, junto a la Capilla Panteón, ambos edificios propiedad del Gobierno de Cantabria y que se pueden visitar.
El arquitecto catalán que proyectó el palacio fue uno de los maestros y colegas de Antonio Gaudí, quien diseñó parte del mobiliario, en concreto, dos sitiales, dos reclinatorios, seis bancos, cuatro taburetes y un confesionario. Además, la edificación contiene un importante conjunto de obras de arte, destacando las pinturas de Llorens y Masdeu, y las esculturas de Joan Roig, así como los mausoleos de mármol de la capilla–panteón, de los escultores Llimona y Vallmitjana.
El palacio tiene una estructura ortogonal, siguiendo el esquema de villa palladiana, con un hall central distribuidor y una escalera monumental de piedra. Dispone de un gran salón central con ocho paneles pintados por Eduardo Llorens y de una fachada muy llamativa y repleta de detalles, realizada con piedra de Carrejo.
Comillas es una de las localidades más emblemáticas y turísticas de Cantabria. Y es que desde el punto de vista arquitectónico cuenta con algunos de los edificios modernistas más importantes de la comunidad, entre los que se enmarcan el propio Palacio de Sobrellano y su Capilla Panteón, pero también la Universidad Pontificia y El Capricho de Gaudí.