El PRC se enfrenta al dilema de autorizar parques eólicos en una zona que aspiraba a convertirse en Reserva de la Biosfera

En plena batalla entre partidos políticos, ecologistas, activistas y Gobierno por la instalación de parques eólicos en los Valles Pasiegos, el Partido Regionalista de Cantabria (PRC) sigue buscando un posicionamiento político claro que le permita apostar por las energías renovables sin perder la simpatía de los vecinos. Algo que en vistas de sus cambios de discurso, no les está resultando sencillo. Y en un momento, además, en la que el partido tiene las competencias tanto de Medio Ambiente como de Industria dentro del bipartito que comparten con los socialistas.

Los primeros pasos del tsunami que se avecina ahora comenzaron en agosto de 2018, cuando la Mancomunidad de los Valles Pasiegos se reunió para decidir si se presentaban alegaciones en contra de los anteproyectos de los parques. Ahí, las alcaldías populares se quejaron del impacto paisajístico que podría suponer, mientras los ayuntamientos regionalistas y los independientes de Penagos y Liérganes hicieron una firme apuesta por las energías renovables. 

Pero no todos, ya que por ejemplo Villacarriedo sí que se desmarcó del partido y presentó alegaciones en contra de los proyectos de Ribota, Berana y La Braguía. “Estamos a favor de la energía eólica, pero con estudios claros sobre dónde se van a poner esos parqués y cómo, y también dijimos que se tenía que aprobar el Plan Regional de Ordenación Territorial (PROT)”, señala el alcalde de esta localidad, Ángel Sáinz, en la misma línea de lo que han pedido algunos partidos como Podemos o Vox, o asociaciones ecologistas como ARCA o SEO BirdLife.

No obstante, cuatro meses más tarde de la reunión de la Mancomunidad y del resultado desfavorable a presentar alegaciones en contra de los parques, el Parlamento de Cantabria se vistió de gala para presentar la candidatura de los Valles Pasiegos a Reserva de la Biosfera, un título que garantiza la conservación de la diversidad biológica y cultural, y que da soporte a la investigación y divulgación del entorno. Algo que, según las organizaciones ecologistas, es “incompatible” con la conversión del entorno y el impacto ambiental que supone la instalación de cientos de molinos de hasta 180 metros de altura.

El PRC, por su parte, no lo ve así y considera que ya existen Reservas de la Biosfera con energías renovables, por lo que ven “compatible” aunar los molinos con la conservación del entorno, algo que mantienen que ya existe en más lugares. “Estamos hablando de un macroproyecto, no de instalar unos cuantos molinos. Solo en uno de los parques se plantea poner 35 kilómetros de pista con ocho metros de ancho, y estando a menos de un kilómetro de los barrios… Es una locura”, relatan a este periódico desde algunas asociaciones ecologistas de la comunidad.

Pero volviendo a diciembre de 2018 y al día de presentación de la candidatura a Reserva de la Biosfera, el propio Miguel Ángel Revilla, defendió públicamente algo que, a priori, no deja entrever el posicionamiento del partido a favor de los molinos. “Quizá habría que hacer una pedagogía de decir a la gente que hay que volver a los orígenes, a cultivar el territorio. Que eso es la biosfera y la ecología, y nadie lo ha entendido mejor que los pasiegos… Ellos consiguieron convertir un territorio en una maravilla que tenemos que conservar”, señaló el presidente de Cantabria antes de que se hiciesen públicos los anteproyectos de los parques que ahora comienzan a generar el rechazo de los vecinos afectados.

Y es que según argumentan desde algunas asociaciones ecologistas, de haberse conocido la intención de implantar energías renovables en los Valles Pasiegos, la candidatura a Reserva de la Biosfera “hubiese quedado empañada por la contradicción de pedir conservación mientras se produce un impacto medioambiental tan severo”. Algo que los regionalistas desmienten tajantemente antes de repetir que la Reserva “no tiene nada que ver” con los molinos.

Ahora, y tras la falta de apoyo total de los socialistas, sus socios de Gobierno, parece que los de Revilla han vuelto a cambiar el discurso de las últimas semanas en los que el presidente llegó a sentenciar que quien no estuviese a favor de las energías eólicas “no estaba en el futuro”. Un argumento muy parecido al utilizado unos días antes por el consejero de Industria, Francisco Javier López Marcano, en la tribuna del hemiciclo, donde defendió su apuesta por ser “ecológicos, verdes y renovables”.

Sin embargo, apenas unas semanas más tarde, el presidente se refirió al PROT como instrumento que garantiza dónde se pueden instalar molinos, además de asegurar que la comunidad no se convertiría en un parque eólico. “No todos los que se han pedido se autorizarán, y desde luego, habrá zonas que estarán preservadas con toda seguridad por el impacto paisajístico que originan”, afirmó.

En este momento Cantabria tiene 28 parques eólicos en tramitación únicamente en la zona de los Valles Pasiegos, lo que está provocando multitud de reuniones informativas y reivindicaciones entre los vecinos de los municipios afectados.