El PP cántabro defiende que celebrar los 50 años de la muerte de Franco supone “dividir a la sociedad y levantar muros”

El PP de María José Sáenz de Buruaga, en sintonía con la postura del PP nacional de Alberto Núñez Feijóo, rechaza conmemorar los 50 años de la muerte del dictador Francisco Franco. Así, los populares cántabros se han mostrado en contra de la iniciativa del PSOE de fijar una agenda de actos en esta comunidad para celebrar el medio siglo de libertad en Cantabria y en España. Se trata de una propuesta en consonancia con los planes del Gobierno central para este 2025, que desarrollará un centenar de actos en torno al franquismo “para poner en valor la democracia”.
“Lo que pretendemos no es ni más ni menos que sumarnos a defender 50 años de libertad frente a 40 de totalitarismo y oscuridad. No es ningún acto de revancha, sino de defender la vida en libertad frente a la muerte”, aseguró el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres (PSOE). Sin embargo, el PP nacional ya anunció que no acudiría a los actos por el aniversario del fallecimiento del dictador, y ahora el PP cántabro también rechaza esta iniciativa entre duras críticas: “No tiene nada que aportar salvo la división y la ruptura”, ha señalado este martes en un comunicado el diputado regional y senador autonómico, Iñigo Fernández.
“¿Por qué no conmemoramos la Constitución en lugar de celebrar los 50 años de la muerte de nadie?”, se ha cuestionado, al tiempo que ha cargado contra el PSOE cántabro y su secretario general: “¿Es que el PSOE y su secretario, Pablo Zuloaga, no tienen nada mejor que proponer a esta sociedad que reabrir los enfrentamientos, reabrir las heridas y reabrir la división? ¿Es que no tiene nada que aportar a esta región, más que la división y la ruptura, de la misma manera que ha hecho con su propio partido?”, ha expresado.
Fernández ha proseguido haciendo uso del argumentario de su partido a nivel nacional señalando que el PSOE “ahora mismo parece avergonzarse de la Constitución, probablemente como uno más de los peajes que tienen que pagarles a sus socios de la extrema izquierda”. Y finalmente ha defendido que el Gobierno de Cantabria “no debe promover campañas para dividir a la sociedad y levantar muros, como hace Sánchez, sino para celebrar los grandes consensos sociales, como fueron la Transición democrática y la Constitución Española de 1978”.
En este sentido, el PP ha presentado una proposición no de ley en el Parlamento autonómico en respuesta a la del PSOE para que el Gobierno de Cantabria promueva conversaciones con otras instituciones, como el Parlamento, la Delegación del Gobierno o la Federación de Municipios, con el fin de diseñar, con la debida antelación, los actos conmemorativos de “los consensos sociales” citados anteriormente, y se constituya un comité organizador que los diseñe, prepare y programe.
Finalmente, el diputado y senador del PP ha cargado contra quienes “hoy ponen su mirada hacia el pasado con el propósito de revivir enfrentamientos, recomponer bandos y enfrentar de nuevo a los españoles”, un argumentario que su formación también ha empleado recientemente para tumbar la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Cantabria junto a la extrema derecha de Vox, obviando precisamente que esa mirada al pasado busca verdad, reparación y justicia para las víctimas de la guerra civil y de la dictadura que aún siguen, medio siglo después, con los huesos de sus familiares en cunetas mientras reclaman que no se dignifique a sus verdugos -ni que se los equipare con las víctimas-.
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