El baile de altos cargos en el Gobierno de Cantabria no cesa: el PP pone al exdirector de la Sociedad Regional al frente de El Soplao

La ristra de cambios que está llevando a cabo el Gobierno de Cantabria que preside María José Sáenz de Buruaga (PP) en la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte no cesa. El último, que lo ha adelantado El Diario Montañés, afecta al exdirector de la Sociedad Regional de Educación, Cultura y Deporte (SRECD) que fue cesado del cargo hace apenas dos meses -cuando llevaba en el mismo tan solo un año-, y al que ahora le han encontrado nuevo acomodo al frente de El Soplao.

Así pues, Gustavo González Monterrubio ocupará el cargo de Juan Carlos Ruiz Jimeno, que llevaba como director de la cueva desde 2019. González Monterrubio, concejal del PP en Cabezón de la Sal en dos etapas (1999-2007 y 2011-2015), se une a una larga lista de recambios en el departamento que dirige Luis Martínez Abad (PP), consejero que lleva cinco meses en el cargo y que, tras su llegada, se ha producido un baile de movimientos internos que parecen no tener fin.

Y es que apenas hace unos días se produjo el cese del director general de Turismo, Gustavo Cubero (PP), que fue sustituido por María Saiz, la que era hasta entonces directora de Recursos Humanos de la empresa pública Cantur. El citado cese elevó a diez los recambios en la Consejería en menos de dos años de legislatura.

De hecho, el propio consejero, que estaba al frente de Cantur, sustituyó a Eva Guillermina Fernández (PP), quien pasó a ser subordinada suya como directora general de Cultura. Pero es que además, hace apenas 15 días, el PP puso a Elena Palacio (PP), exdirectora del Parque de la Naturaleza de Cabárceno, en un alto cargo de la Sociedad Regional, en concreto, como directora territorial.

Se trata de movimientos internos que, en muchas ocasiones, requieren de concursos públicos, a raíz de la normativa Reguladora del Régimen Jurídico aprobada en 2018, que son los propios militantes o altos cargos de los partidos quienes habitualmente son los que los superan para ocupar esos puestos que la ley pretendía evitar que se asignaran 'a dedo'.