El PP repite campaña en Cantabria: del 'libro rojo de Revilla y Zapatero' al 'son lo mismo' de Sánchez
El PP parece que quiere repetir la receta que en 2011 le brindó una mayoría absoluta en Cantabria y ha optado por replicar la campaña que el entonces presidente del partido y candidato, Ignacio Diego, empleó para hacerse con la Presidencia de la comunidad de manera abrumadora: equiparar a Miguel Ángel Revilla (PRC) con el presidente del Gobierno socialista del momento: José Luis Rodríguez Zapatero entonces, Pedro Sánchez ahora.
Así, los carteles lenticulares -dos imágenes que parecen la misma según la posición del observador- con las caras de Revilla y Sánchez que presentó la pasada semana la actual presidenta y candidata de la formación conservadora, María José Sáenz de Buruaga, recuerdan mucho al ‘libro rojo de Revilla y Zapatero’ que impulsó Diego en la campaña de 2011, cuando la propia Buruaga era secretaria general del partido y su mano derecha, años antes de desbancarlo en un polémico Congreso Regional que fracturó el partido.
El PP puso entonces el acento en la “amistad interesada” entre Zapatero y el líder regionalista, y ahora vuelve a poner el foco en ese vínculo, esta vez con el actual presidente: “El PRC ha sido un apoyo permanente e incondicional para el sanchismo”, subrayó Buruaga en la presentación de la campaña, donde además sumó a Podemos como tercer actor para alertar del manido “gobierno Frankenstein” al que solo aluden cuando se trata de gobiernos integrados por formaciones de izquierda y obvian cuando ellos los componen incluso con participación de la extrema derecha.
La respuesta por parte de Revilla a la campaña del PP ha sido idéntica a la de 2011: “Nerviosismo”. “En el PP estarán nerviosos porque tal vez las encuestas no les dan lo que quieren, que es la mayoría absoluta, por lo que tratarán de desprestigiarme todo lo que puedan”, dijo el líder regionalista entonces. “Lo que espera la gente es que cada uno ofrezca su programa, y tener como programa el acabar con una persona yo creo que no es la mejor campaña electoral, demuestra muchos nervios en algunos partidos”, ha expresado recientemente Revilla.
En 2011, Revilla achacó la campaña popular del 'libro rojo' a que él era “el enemigo a batir”. La historia se repite más de una década después en esta campaña autonómica en la que el PP está centrando sus esfuerzos en el actual presidente autonómico, obviando al resto de candidatos: “Tenemos la obligación de gobernar porque esta región iría al matadero si le tocasen cuatro años de más de lo mismo, del tándem Revilla-Sánchez”, expresó Buruaga en la presentación de su candidatura.
Tras la arrolladora victoria del PRC en 2019, las encuestas otorgan ahora a los populares la posibilidad de revertir la situación y ser la lista más votada. No obstante, en esta ocasión, todo hace indicar que no habrá mayorías absolutas y el juego de pactos postelectoral tendrá la última palabra sobre quién ocupará el ‘trono’ de Peña Herbosa. Y ahí la formación conservadora quiere evitar que se reedite el pacto PRC-PSOE que le deje fuera del Gobierno, bien con un poco probable acuerdo con los regionalistas, bien con la extrema derecha de Vox si ambas formaciones logran sumar mayoría.
0