SEO/BirdLife solicita que se descarte el complejo eólico de Aguayo por los “impactos severos” sobre la biodiversidad cántabra

SEO/BirdLife ha presentado alegaciones al Gobierno de Cantabria instándole a que descarte el gran complejo industrial eólico de Aguayo, agrupado en siete parques ubicados en 17 municipios (el 20% de todos los consistorios de la comunidad autónoma), debido a los “impactos severos” que su construcción tendrá sobre la biodiversidad cántabra.

Entre otras afecciones, los parques afectarán a espacios y especies protegidas por la normativa europea, nacional y autonómica, ha señalado la organización en un comunicado.

SEO, que trasladará su posicionamiento al proceso de consultas abierto en la tramitación del nuevo Plan Energético de Cantabria, lamenta que los promotores presenten proyectos “irresponsables con la biodiversidad y las comunidades locales”, como en su opinión es el de Aguayo, e insta a las administraciones públicas competentes -Gobierno de Cantabria y Ejecutivo central, en función del tamaño del proyecto- a rechazar la tramitación de aquellos proyectos que no cuenten con estudios de impacto ambiental adecuados, una cuestión que es “cada vez más habitual”.

El “macroproyecto eólico” de Aguayo --formado por los parques eólicos Aguayo 1, Aguayo 2, Aguayo 3, Aguayo 4, Aguayo 5, Aguayo 6 y Aguayo 7--, que sería “uno de los mayores proyectos eólicos de España”, afecta de forma directa a cerca a los municipios de Las Rozas de Valdearroyo, Valdeprado del Río, Valderredible, Campoo de Enmedio, Hermandad de Campoo de Suso, Santiurde de Reinosa, Pesquera, San Miguel de Aguayo, Bárcena de Pie de Concha, Arenas de Iguña, Corvera de Toranzo, Santiurde de Toranzo, Molledo, Villacarriedo, Vega de Pas, Villafufre y Luena.

La Dirección General de Industria, Comercio y Consumo del Gobierno de Cantabria abrió a mediados de junio la consulta pública de tres parques de este conjunto (Aguayo 1, Aguayo 4 y Aguayo 5) a pesar de que estos parques “se solapan” con otros en tramitación y que el complejo energético forma una unidad de siete parques conectados.

Esta fragmentación de un gran proyecto en siete supone, a juicio de SEO/BirdLife, un incumplimiento del Plan de Sostenibilidad Energética de Cantabria 2014-2020 (PSEC), que hubiera justificado su inadmisión a trámite por parte del Ejecutivo cántabro.

A esta situación se suma, según la ONG ecologista, que los estudios de impacto ambiental no analizan los efectos acumulativos y sinérgicos del conjunto de los proyectos, es decir, los efectos sobre la biodiversidad de la potencial construcción de todos los proyectos.

En este sentido, SEO/BirdLife entiende que debería elaborarse un único estudio ambiental por parte del promotor para que, después, sea analizado en un único procedimiento por la administración pública.

Sin embargo, los proyectos no solo se han presentado de forma fragmentada, sino también con estudios de impacto ambiental “deficientes”. Además de no contemplar los efectos de la construcción del conjunto de parques -cuestión paradójica, dado que el promotor de los siete parques es el mismo-, los estudios de impacto ambiental analizados por SEO/BirdLife presentan, a su juicio, carencias respecto a su contenido, esfuerzo en el trabajo de campo y metodologías de estudio.

Una transición energética responsable

Para la organización los proyectos presentan afecciones incompatibles con la protección de la biodiversidad y el cumplimiento de buena parte de la legislación autonómica, estatal y europea en materia de protección de la naturaleza.

En conjunto, los tres parques a los que acaba de alegar SEO/BirdLife, y sus infraestructuras, impactan directamente sobre espacios naturales protegidos y de la Red Natura 2000 (ZEC Río y Embalse del Ebro, ZEC Río Pas, ZEC Valles altos del Nansa y Saja y Alto Campoo, ZEC Sierra de El Escudo, Parque Natural de Saja-Besaya o el Parque Natural Monte Hijedo).

También, sobre hábitats protegidos de interés comunitario, Áreas Importantes para la Conservación de las Aves y la Biodiversidad (IBA Sierras De Peña Labra y Del Cordel y IBA Embalse del Ebro); Zonas Importantes para los Mamíferos (ZIM Embalse del Ebro y río Rudrón y ZIM Picos de Europa orientales, Liébana y Sierra de Peña Sagra, del Cordel y Peña Labra); y zonas de protección de avifauna contra la colisión y electrocución.

Igualmente, sobre áreas críticas para la recuperación y conservación de especies de aves amenazadas catalogadas como vulnerables y que no cuentan con planes de conservación como el aguilucho cenizo, el águila real, el alimoche común o la perdiz pardilla; y otras aves de interés, como el halcón peregrino, la culebrera europea o el buitre leonado, y otras especies protegidas, como los murciélagos. Es especialmente significativa la afección que supondrá para la población reproductora del aguilucho pálido, en situación “vulnerable” en Cantabria.

En su conjunto, por tanto, para la ONG, “causaría graves consecuencias ambientales por la fragmentación de corredores biológicos, particularmente relativos a las áreas de montaña y los interfluvios de los cursos fluviales”.

Planificación, regulación y diálogo

SEO/BirdLife urge al Gobierno de Cantabria para que disponga de una zonificación ambiental que delimite las zonas prioritarias para la implantación de renovables, y considere como prioritaria la energía fotovoltaica en zonas urbanas, industriales y terrenos degradados.

Igualmente, reclama que se definan con claridad zonas de exclusión a estos proyectos.

Por todo ello, SEO/BirdLife considera “más urgente que nunca” que Cantabria disponga de un Plan de Ordenación Territorial (PROT) y un Plan de Sostenibilidad Energética de Cantabria (PSEC) “participativos, amplios y ambiciosos, pensados para favorecer a las comunidades locales y respetuosas con la biodiversidad”.

“Solo a través de una adecuada planificación previa se podrá asegurar un desarrollo renovable responsable, evitando así la obstaculización de la participación que ya existe por la consulta pública simultánea de más de una decena de parques eólicos y dando seguridad jurídica a empresas y administraciones que apuesten por las energías renovables”, ha sostenido la ONG.

De hecho, SEO/BirdLife acaba de presentar alegaciones sobre otro parque eólico, La Coteruca, ubicado en el Área de Importancia para las Aves y la Biodiversidad (IBA) de Sierras de Peña Labra y del Cordel, y su afectación a especies catalogadas como la perdiz pardilla o el alimoche, que tampoco una evaluación de sus impactos en relación con otros proyectos planteados en la zona, entre ellos, precisamente, uno de los proyectos que componen el macroparque de Aguayo, con el que se solapa.

Por todo ello, SEO/BirdLife pide “responsabilidad” a las empresas promotoras. El delegado en Cantabria de la organización, Felipe González, ha afirmado que “alcanzar una transición energética coherente con la transición ecológica será una de las tareas más complejas que deberá ejercer nuestra sociedad; por tanto, todos los implicados, administraciones, empresas y sociedad civil debemos extremar nuestras responsabilidades”.

Según González, “cuanto más incrementemos la presión sobre los ecosistemas y sobre la biodiversidad en su conjunto, menor será la capacidad de nuestro entorno para mitigar los efectos del cambio climático. La lucha contra la crisis climática debe, indiscutiblemente, contar con el patrimonio natural que sustenta nuestras vidas y economías, y la implantación de renovables debe asumir esa responsabilidad”.